El Papa ha vuelto a desmentir con vehemencia la teoría que contrapone los aparentemente distinguibles “Cristo histórico y Cristo de la Fe”, afirmando que Jesús, el único Jesús de la Historia, es el verdadero Dios y el verdadero hombre; de donde la distinción, que es insubstancial y obedece a un cientificismo indiferentista, se corresponde, más que al cristianismo, al modernismo o postmodernismo, y quiere ofrecer un reduccionisno que presenta a la Persona de Jesús como puramente humano, privado de Su divinidad, y un personaje casi fabuloso.
«La gioia del Natale non ci fa però dimenticare il mistero del male (mysterium iniquitatis), il potere delle tenebre che tenta di oscurare lo splendore della luce divina: e, purtroppo, sperimentiamo ogni giorno questo potere delle tenebre. Nel prologo del suo Vangelo, più volte proclamato in questi giorni, l’evangelista Giovanni scrive: "La luce splende nelle tenebre, ma le tenebre non l’hanno accolta" (1,5). E’ il dramma del rifiuto di Cristo, che, come in passato, si manifesta e si esprime, purtroppo, anche oggi in tanti modi diversi. Forse persino più subdole e pericolose sono le forme del rifiuto di Dio nell’era contemporanea: dal netto rigetto all’indifferenza, dall’ateismo scientista alla presentazione di un Gesù cosiddetto modernizzato o postmodernizzato. Un Gesù uomo, ridotto in modo diverso ad un semplice uomo del suo tempo, privato della sua divinità; oppure un Gesù talmente idealizzato da sembrare talora il personaggio di una fiaba.En una entrega anterior, comentamos —entremezclando algunas trasncripciones parciales— el Prólogo que Joseph Ratzinger escribiera a su libro “La strada della mia interpretazione della figura di Gesù nel Nuovo Testamento...”, por que allí advertimos ya una formal condena de lo que ha sido una de las más >sibilinas, sutiles y perserverantes herejías cristológicas de todos los tiempos, cuya inocente enunciación ha captado infinidad de intelectos preclaros; incluído el del propio autor de tan esclarecedor mensaje, según propia confesión.
Ma Gesù, il vero Gesù della storia, è vero Dio e vero Uomo e non si stanca di proporre il suo Vangelo a tutti, sapendo di essere "segno di contraddizione perché siano svelati i pensieri di molti cuori", come ebbe a profetizzare il vecchio Simeone (cfr Lc 2, 32–33.)»
Terminábamos de publicar esta entrada, cuando vimos transcripto en Rorate Cæli prácticamente el mismo párrafo que llamó nuestra atención esta manaña; no hay comentario del blog, pero sí una traducción y varios comentarios de lectores muy interesantes.
3 comentarios:
En una conferencia el año pasado, el Dr. Mirabella decía que la próxima lucha dentro de la Iglesia será para defender la Divinidad de Cristo. Ya la mayoría de los protestantes la han abandonado. Y muchos liberacionistas, siguiendo a su maestro Boff, hacen lo mismo con su Cristo histórico que va descubriendo su vocación mesiánica. Sería bueno saber cuántos católicos (en especial sacerdotes y obispos) creen realmente que Cristo es Dios sin "peros".
Exactísimo; y considero que la "desdeificación" de Cristo es un signo preciso del fin de los tiempos. Ya no hay más posibilidades de atentados contra Él, al menos desde el punto de vista de las herejías, pues la suma de todas ellas es el progresismo; desde luego, luego serán atacados los Sagrarios (¿"luego..."?), pero será una consecuencia de la herejía, y no una herejía nueva.
En la Divinidad de Cristo hoy creen los Ortodoxos (todos los que quedan) y algunos católicos. Aunque debería también decir: "todos los verdaderos católicos que quedan", pues negar la Divinidad es negar la Trinidad, y eso, es estar afuera y no adentro del catolicismo. Pero como Ud. habrá notado, hay escaso interés en "confirmar en al fe" a los fieles, o bien es algo mal visto, así que no hay (salvo estas enérgicas y providenciales palabras de Benedicto XVI) doctrina señera.
Me está dando Ud. materia para escribir algo ...
Cordialmente en Xto. N. S.
L. b-C.
Me alegro.
Un abrazo in Dno.
CyF
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