miércoles, 29 de noviembre de 2006

Un caso torcido (por todas partes)

Una mujer fué hallada muerta en su casa de Río Cuarto, provincia argentina de Córdoba, en circunstancias que hacen sospechar con sólidos argumentos, que su fallecimiento se produjo en ocasión de llevar a cabo ciertas peligrosas prácticas sadomasoquistas. Para nosotros, que en nada nos asemejamos a los puritanos, el hecho en sí carecería de otro interés que el que atañe a la salvación del alma de la difunta, si no fuera por que la difamación posterior a la investigación policial, ha exigido que algunos varones vecinos de la localidad, deban concurrir al juzgado penal local a solicitar que ¡por favor! se les practique el estudio de histocompatibilidad (ADN) con los restos seminales hallados en el cadáver, con el propósito de "¡probar su inocencia!". Nosotros, en la nuestra, creíamos que la inocencia no debía probarse sin que mediara acusación previa y solamente en caso de ser ésta adecuadamente fundada, o al menos, aparentemente fundada; era práctica también entre los romanos: Pilato le pregunta a Cristo "¿quién te acusa?", burlándose así de un sistema "judicial" que remite al procurador, un preso contra el cual no pesaba acusación ninguna. Pero en la locura generalizada de nuestro sistema "judicial" moderno, ahora resulta que hay que probar la inocencia sin que -dicho sea de paso- ni siquiera se esté investigando un probable caso punible, pues han sido descartadas las hipótesis de homicidio culposo o doloso, sino y aparentemente, una muerte por imprudencia de la propia víctima, que habría sido una desgraciada ninfómana adúltera, afecta a ciertos juegos mortales de acrobacia de alcoba, en la práctica de uno de los cuales se habría asfixiado.
Esta es la hipótesis oficial pero, lo que queda de todo este oscuro episodio que nunca, pero nunca hubiésemos reseñado aquí por sí mismo, es el catastrófico estado de los derecho individuales en la Argentina y especialmente, en una provincia que ha adoptado, ya, las revolucionarias novedades anglosajonasprotestantes, como por ejemplo, el juicio por jurados populares, cuyo primer caso escandaloso comentaremos en breve. El resultado práctico de este "garantismo" antigarantista de la "tolerancia cero" de (no 'a') la estupidez máxima, es una confusión jurídica y un desorden fenomenal en el cual estos marxistas de ocasión, han sumergido a la Argentina, poniéndola al borde del colapso social, político y moral.

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