Le tomamos prestado el título de su gran obra a don Enrique Díaz Araujo, para dárselo a este breve ensayito y recomendar, además de la lectura de su libro homónimo, que debería estar en la base formativa histórica de todo americano bien nacido y amante de la verdad, también para llevar la atención de nuestros sufridos lectores hacia un breve artículo publicado hace ya tiempo por la Revista Arbil y reeditado digitalmente por Churchforum, y referido a la situación de indios americanos antes de la Conquista, y cómo de ésta se siguió inexorablemente un mejoramiento substancial en su vida concreta (¡Oiga usté! ¿es que no le han dicho que ponga comas y puntos en oraciones tan largas ...?).
Son corrientes los ataques de la prensa izquierdista y liberal contra la Conquista de América, genéricamente denominados recidivas de la Leyenda Negra; pero los más hipócritas los encontramos entre los provenientes de los mutantes zurdófilos, quienes no sienten empacho alguno en criticar la Conquista apoyándose en criterios ideologizados que ellos mismos descalifican a priori como valorables en Historia, como la propiedad privada —que Marx interpreta como un gran mal, y por eso mismo defiende la inmensa empresa castellana en América por la redistribución pacífica de la riqueza fundiaria que realizó—, la familia, o la pérdida de una supuesta identidad cultural religiosa —opio de los pueblos para ellos, de donde deberían estar agradecidos con los conquistadores, que le enseñaron al aborigen la libertad religiosa...—, o el mismísimo sentido de pertenencia familiar y social o patriotismo, que es de toda evidencia no existían en América antes de la Conquista, como virtudes apreciables. Si se quiere una explicación gráfica de la difamación que estamos diciendo, véanse los esplendidos murales del resentido Diego Rivera, en México, y se comprenderá bien lo que significa que un descendiente de conquistadores escupa de tal manera al Cielo, a su padres, a su raza y a su tierra, no menos que a su propio arte, hecho que no pueda explicarse sino por odio a la fe.
Informarse sobre estos tópicos es un deber; y nos permitimos recomendar, además del autor mencionado arriba y a don Julián Juderías, el creador del nombre “Leyenda Negra”, a don Rómulo D. Carbia, un precursor junto con Juderías, al norteamericano Phillip W. Powell (Árbol de odio), y al jesuita alemán Ludwig Hertling; la obra de don Vicente Sierra “Sentido Misional de la conquista de América”, es también una erudita fuente de consulta. Libro excelente y bien fundamentado, es el escrito por el sacerdote español P. José María Iraburu “Hechos de los apóstoles en América”, aunque los libros de autores españoles, salvo excepciones, demuestren generalmente una explicable incomprensión jurídica e histórica de lo que luego se dió en llamar, algo impropiamente, “Guerra de la Independencia Americana”, a la cual ven como una rebelión contra España de inspiración jacobina o, al menos, racionalista, y no como lo que, en globo, realmente fué: Una lucha religiosa entre el jacobinismo peninsular de la despótica Junta de Cádiz y el liberalismo explícito de la Constitución de 1812, la tristemente célebre “Pepa”, que con inexplicada unanimidad se negaron a jurar los libertadores americanos San Martín, Bolívar e Ithúrbide, y los aguerridos reinos castellanos (no españoles) de la América, celosos de su Religión y derechos. Así, por ejemplo, la obra de don Bernardino Llorca, s. j., en lo relativo a este período de la historia americana, es algo engorroso de defender para un americano.
Y si quiere asegurarse que ha gastado muy, pero muy bien su plata en libros buenos, adquiera “Mayo Revisado, I”, del autor mencionado en primerísimo lugar y cuya fotografía exponemos (justamente calificado como defensor de causas buenas), por que no tiene desperdiciables ni las tapas. Y obtendrá además una explicación completa y bien fundamentada sobre el movimiento de la revolución americana de principios del siglo XIX.
No queremos dejar de decir que, con estas breves recomendaciones, obedecemos a una sugerencia y pedido de amigos lectores (que son lo segundo por lo primero) y que nos han pedido razón de nuestra militancia histórica.
En el fondo, se comprenderá que todos estos hechos, que apretamos en una treintena de líneas pero abarcaron unos 300 años, no son más que una espantosa lucha religiosa contra el catolicismo promovida desde la Protesta luterana y calvinista, y de su hijo hipercrítico (como todos los hijos de millonarios de oscuro origen), el marxismo dialéctivo; y ni qué decir que, hasta ahora, con bastante éxito.
Son corrientes los ataques de la prensa izquierdista y liberal contra la Conquista de América, genéricamente denominados recidivas de la Leyenda Negra; pero los más hipócritas los encontramos entre los provenientes de los mutantes zurdófilos, quienes no sienten empacho alguno en criticar la Conquista apoyándose en criterios ideologizados que ellos mismos descalifican a priori como valorables en Historia, como la propiedad privada —que Marx interpreta como un gran mal, y por eso mismo defiende la inmensa empresa castellana en América por la redistribución pacífica de la riqueza fundiaria que realizó—, la familia, o la pérdida de una supuesta identidad cultural religiosa —opio de los pueblos para ellos, de donde deberían estar agradecidos con los conquistadores, que le enseñaron al aborigen la libertad religiosa...—, o el mismísimo sentido de pertenencia familiar y social o patriotismo, que es de toda evidencia no existían en América antes de la Conquista, como virtudes apreciables. Si se quiere una explicación gráfica de la difamación que estamos diciendo, véanse los esplendidos murales del resentido Diego Rivera, en México, y se comprenderá bien lo que significa que un descendiente de conquistadores escupa de tal manera al Cielo, a su padres, a su raza y a su tierra, no menos que a su propio arte, hecho que no pueda explicarse sino por odio a la fe.
Informarse sobre estos tópicos es un deber; y nos permitimos recomendar, además del autor mencionado arriba y a don Julián Juderías, el creador del nombre “Leyenda Negra”, a don Rómulo D. Carbia, un precursor junto con Juderías, al norteamericano Phillip W. Powell (Árbol de odio), y al jesuita alemán Ludwig Hertling; la obra de don Vicente Sierra “Sentido Misional de la conquista de América”, es también una erudita fuente de consulta. Libro excelente y bien fundamentado, es el escrito por el sacerdote español P. José María Iraburu “Hechos de los apóstoles en América”, aunque los libros de autores españoles, salvo excepciones, demuestren generalmente una explicable incomprensión jurídica e histórica de lo que luego se dió en llamar, algo impropiamente, “Guerra de la Independencia Americana”, a la cual ven como una rebelión contra España de inspiración jacobina o, al menos, racionalista, y no como lo que, en globo, realmente fué: Una lucha religiosa entre el jacobinismo peninsular de la despótica Junta de Cádiz y el liberalismo explícito de la Constitución de 1812, la tristemente célebre “Pepa”, que con inexplicada unanimidad se negaron a jurar los libertadores americanos San Martín, Bolívar e Ithúrbide, y los aguerridos reinos castellanos (no españoles) de la América, celosos de su Religión y derechos. Así, por ejemplo, la obra de don Bernardino Llorca, s. j., en lo relativo a este período de la historia americana, es algo engorroso de defender para un americano.
Y si quiere asegurarse que ha gastado muy, pero muy bien su plata en libros buenos, adquiera “Mayo Revisado, I”, del autor mencionado en primerísimo lugar y cuya fotografía exponemos (justamente calificado como defensor de causas buenas), por que no tiene desperdiciables ni las tapas. Y obtendrá además una explicación completa y bien fundamentada sobre el movimiento de la revolución americana de principios del siglo XIX.
No queremos dejar de decir que, con estas breves recomendaciones, obedecemos a una sugerencia y pedido de amigos lectores (que son lo segundo por lo primero) y que nos han pedido razón de nuestra militancia histórica.
En el fondo, se comprenderá que todos estos hechos, que apretamos en una treintena de líneas pero abarcaron unos 300 años, no son más que una espantosa lucha religiosa contra el catolicismo promovida desde la Protesta luterana y calvinista, y de su hijo hipercrítico (como todos los hijos de millonarios de oscuro origen), el marxismo dialéctivo; y ni qué decir que, hasta ahora, con bastante éxito.
6 comentarios:
Estimado Ludovico: Excelentes todos y cada uno de tus posts. Respecto a lo que decís sobre la visión española sobre las independencias americanas, si bien he leído la versión llamemosla clásica del nacionalismo (Irazusta en su polémica con Carbia, lo de Ibarguren en "Así fue Mayo" y el pensamiento del prof. Díaz Araujo), reconozco que no me convence eso de ver la Revolución de Mayo como una revolución restauradora o tradicionalista como dice textualmente Ibarguren.
Caro Cruz y Fierro:
Es posible que lo que haga falta para ver la cuestión desde su perspectiva correcta, es estudio profundo de hechos históricos concretos. Te enumeraré dos, para estudiarlos, con una yapa de varias preguntas:
1) La tenaz negativa de San Martín a "negociar" el juramento a la Constitución liberal española de 1812, antes de Punchauca (misión Abreu), para lo cual tuvo el apoyo de TODO el Perú (¡y hasta la confianza del pobre La Serna!), y solamente la disidencia de Rivadavia ¡cuándo no!.
2) El acuerdo o "Plan" de Iguala, por medio del cual el más o menos tradicionalista O'Donojú, virrey español, arregló con el mejor general español, el criollo Agustín Ithurbide, la Independencia mejicana, pues veían en peligro la paz y la religión en manos de Fernando VII, ex "deseado". La masonería liquidó a Ithurbide en dos años y entregó la mayor parte de México a EE.UU. (lo cual, obviamente, era imposible estando con vida Ithurbide).
Es sumanente aleccionador (e iluminador), ver como continúan y terminan sus existencias respectivas, los participantes en estos hechos: San Martín, La Serna, el masón Valdés, el papanatas (pero muy valiente) de Canterac; Santa Anna (mil veces traidor a México, masón, supuesto "lider" tradicionalista), Ithurbide, O'Donoju, el general Allende (otro criollo), Guerrero, etc.
Y como yapa: Pese a muchas posiciones criticables, el cura Hidalgo, precursor de la Guerra mejicana repartía sablazos al grito de ¡"Viva el Rei católico"! ¡"Mueran los malos gobiernos"!
¿No nos dice nada todo esto?
¿Ni las sucesivas guerras civiles americanas posteriores a la Independencia, en las cuales generalemente los guerreros de la Independencia asumían la parte de la Tradición? ¿Ni la casi inmediata Guerra carlista en España? ¿Quién puede creer (y acaso, probar) que fué SOLAMENTE una cuestión dinástica entre Borbones, y no una guerra de supervivencia para España, culminada provisionalmente en 1939, luego de sucesivas intermitencias?
La lucha del mundo hispánico contra la Revolución TODAVÍA dura; y comenzó en 1810.
Cordiales saludos de L. b-C.
Gracias por tu extensa respuesta. Si me permitís, me gustaría aprovecharme una vez más de tus conocimientos históricos.
Es verdad lo que decís. (Algunso puntos me gustaría profundizarlos más.) La tesis sobre el paralelismo entre las guerras independentistas y las carlistas es muy tentadora. Y creo que existen paralelismos. Pero es un hecho que varios veteranos realistas de América luego integraron las fuerzas carlistas.
Pero tampoco podemos desconocer la presencia de la flota inglesa en el Río de la Plata durante Mayo de 1810, ni el fusilamiento de Liniers (entregado por Funes y firmado por Saavedra), ni las "misas negras" en el Alto Perú, ni la masacre de Pasto perpetrada por Bolívar, ni la flota británica de Cochrane ayudando a San Martín y a O'Higgins a invadir Perú, S. Martín cumpliendo al pie de la letra el Plan Maitland, o el destino de los generales de Bolívar (Flores, Santa Cruz, Sucre), o los contactos de Miranda con Inglaterra, o los dichos del propio Bolívar en su madurez respecto a haber abierto la caja de pandora de las guerras civiles (no son estas sus palabras textuales, pero es la idea).
Por algo personajes históricos nuestros como el P. Castañeda o Don Juan Manuel (o García Moreno en Ecuador) no estaban demasiado convencidos de los "beneficios" de la independencia de España.
No sé, no quiero afirmar nada, son sólo dudas que tengo. Perdoname por compartirlas así en "voz alta".
Iré por partes:
1) Paralelismo de guerras civiles peninsulares-americanas. El más evidente es el hecho de ser una de las partes, la más facciosa, la misma en ambos casos (pese al posible intercambio de hombres): los liberales.
Los de Cádiz eran casi todos liberales, según consta, inclusive, por cartas del diputado por Buenos Aires en dicha Junta, Juan M. de Pueyrredón. Los generales realistas en América son casi todos liberales (los jefes, claro), como los ya citados Valdés (masón confeso, liberal, futuro Gobernador de Cuba); el marqués de Canterac, quien morirá en la madrileña Puerta del Sol saliendo a defender a "Isabelita", en la revolución ultraliberal (socialista) de 1835. Era uno de los principales generales isabelinos. Por su parte, Morillo pasará de un bando al otro (en España) después de su fracaso americano. De todos modos, al entrevistarse con Bolívar, lo tienta con la "Pepa" de 1812, pero Bolívar le responde que no puede aceptar, por que América ¡es monárquica! (ver aquí http://www.simon-bolivar.org/bolivar/armisticio_de_trujillo.html). Casi idéntica respuesta que la que da San Martín, por esas mismas fechas, a Abreu, un gallego zorro que no logró torcer al Gran General. Ya volveré a San Martín.
Después del "abrazo de Vergara" en España, no sorprende que los oficiales se pasaran de un bando al otro (salvo los navarros y los gallegos), pues Carlos M. I. de Borbón, era tan Borbón como su malhechor hermano mayor, y el problema que tienen los españoles tradicionalistas para comprender la Revolución Americana, es justamente su exasperante borbonismo, que los deja siempre parados en el mismo sitio.
De todos modos, la mal andanza borbónica no tiene remedio: su vicio es originario y, si se quiere, del protestante y perjuro Enrique de Navarra; del cachilete Felipe V (un auténtico "turro"), de l farsante de Carlos III, el de los jesuitas, un traidorzuelo así nomás. Y no sigo para no denigrar a la Monarquía, institución que respeto y que ha tenido en esta innoble casa sus peores individuos.
Pues que a partir de Vergara, las caretas se caen, la ideología pide sus fueros, y la Guerra ideológica es lo mismo allí, que aquí: Unitarios y federales en la ARgentina; apostólicos y liberales en Méjico; carlistas e isabelinos en España y búsquese el paralelismo que se busque, es siempre lo mismo:
La Revolución contra el catolicismo.
2) La eventual ayuda angloprotestante a uno y otro bando es, como la propia política que la inspira, una cuestión utilitaria: Los ingleses ayudan a Portugal, a España, o las combaten. Pactan con el Emperador de los franceses, o anidan una Alianza contra él. Si no se ve lo que Bonaparte significó de peligroso para ellos, no se comprenderá como, ocasionalmente, debieron ayudar a la Tradición para evitar un mal mayor.
Por eso dice el P. Castellani, con toda razón contra H. Belloc, que Napoleón fue puesto por Dios para terminar con la Reforma Protestante y con la Revolución Francesa; pero se torció ¡pucha digo...!
3) Algunas precisiones son necesarias: La flota de Cochrane no era "británica" ni por asomo, sino norteamericana casi al completo. Eran corsarios enganchados, que trbajaban para el que pagaba. Cochrane, cuando ve que San Martín es Tradicionalista, lo abandona y se manda mudar con varios millones en oro, como pirata diplomado que era. Cochrane existe, por que los liberales de Buenos Aires no le quieren prestar la flota a San Martín (por esa época hay varias entradas brasileñas al Río de la Plata, y los bandeirantes resucitados arrasan Yapeyú ... ¡casualidad!), y por que lo recomienda O'Higgins, que era un gran hombre, muy católico e increíblemente ignorante en política, como que se hizo masón sin saber qué era.
El "Plan Maitland" es cuestión a estudiarse; yo creo que no existió nunca y es una falsifación, pero de eso no hablaré ahora. De todos modos, es históricamente indiferente, pues el plan de San Martín para ir hasta el Perú, es el mismo de Castilla para culminar la conquista del Sur, pero en sentido inverso, así que de original no tiene nada. Napoleón invadió Italia igual que Aníbal (pero sin los errores de los Barca); Cevalllos, Rosas y Roca avanzaron hacia el Sur en tres columnas, calcando uno lo que había hecho el anterior. Los planes militares no predican nada, por que los buenos soldados utilizan la "jurisprudencia" existente para asegurar su éxito. Esto lo puedo probar con 2.000 ejemplos, más o menos.
Miranda es un caso aparte, y creo que una baza a mi favor en toda la línea: Sus hombres, sus planes y sus intrigas son desbaratadas, en líneas generales, por americanos. Su invasión a Cartagena la realiza con yankis, que terminan todos en la horca mientras él huye (algo imperdonable aún para un liberal). Era un mujeriego insaciable, vanidoso, soberbio, vicioso, mitómano y sacrílego ¿qué clase de población crees que había entonces por aquí, como para que este hombre tuviera el menor éxito ...? La mayoría de los americanos antiborbónicos eran hombres de elevadísima moral (para su tiempo y circunstancias, no para una hagiografía) o, al menos, de más elevada moral que sus pares peninsulares, comenzando por el rey en persona, Fernando, un ser vil y despreciable como no creo haya habido otro en la Corona. Miranda termina mal, muy mal, y nadie ofrece por él ni un ardite, pudiendo hacerlo. No concluye ...
Las cargas de la conciencia de Bolívar en su vejez son conocidas y archisabidas: El comenzó la guerra a favor de la tradición, por la REligión, y se bandeó. La caja de Pandora que abrió, son las guerras civiles que, cuando tuvo el mando supremo, no supo apagar. Bolívar, a diferencia de sus generales, era un hombre conocidísimo y muy apreciado en la Corte española antes de la Guerra; después, se convirtió en un hombre muy violento y cruel, posiblemente por sus excesos en la lujuria. Y cosechó tempestades ...
Los colombianos (los de siempre) ganáronse fama de crueles. En tiempos de Rosas, Lamadrid enganchó a su ejército unos llaneros que aplicaban a los soldados federales un tormento llamado "cepo colombiano", que aquí no voy a describir, pero era crudelísimo. Quiroga, don Facundo, juró a la Virgen Nuestra Señora, colgar a esos criminales donde los tuviera a mano. Esto es una cuestión más bien cultural, no creo que sea ideológica, precisamente. Aunque las crueldades del bando católico son realmente pocas y muy poco frecuentes.
¿Qué nos queda? Ah, sí. Dos temas; Liniers y el juicio de Rosas.
VAmos a lo más duro. Las Misas negras del Alto Perú y la extraña muerte de Liniers, son hechos que cuentan con la principal participación de un extraño y obscuro sujeto: J. J. Castelli, primo hermano de Belgrano, canallita de 4ª pero cuidadoso y previsor. Las orgías anticatólicas del Alto Perú, determinaron que perdiéramos la primer provincia americana que defendió la Religión, la Patria y la Independencia, o sea Bolivia. El cambio lo determina la conducta bochornosa de Castelli en 1811. Lo de Liniers tiene connotaciones extrañas, y requeriría un libro, que yo no sé escribir. Tal vez Díaz Araujo (que trata el tema en su "Mayo Revisado") sea el hombre indicado para esta tarea. Lo que me parece, en base a lo que sé, es que allí se jugaron circunstancias que tenían que ver, precisamente, con el predominio de los liberales o los tradicionalistas. Liniers, por el azaroso juego que las lealtades antiguas impusieron a este nobilísimo vandeano, quedó del lado de los liberales de la Junta de Cádiz ... Esto no justifica su fusilamiento, pero lo explica. Sus contemporáneos no tenían de su propia circunstancia, la misma visión que tenemos nosotros: ellos se veían en una apretadísima emergencia, en la cual se jugaban todos la vida, y había que obrar.
Liniers era francés, y monárquico francés, así que creía que la lealtad al rey de España incluía el consentimiento a cualquier porquería que se quisiese introducir a nombre del monarca. Pero los criollos no pensábamos así, por que América era propiedad patrimonial del rey de Castilla y no de España, según la donación de Alejandro VI, y el cardo de la donación, era la preservación y extensión del catolicismo. Cuando la Junta de Cádiz resolvió que las Américas era parte integrante de España (así se pondrá después en la Pepa) América entera les dijo que no.
Esto Liniers no lo entendió, ni Benito Lué, obispo de Buenos Aires, por que no comprendían el derecho antiguo y tradicional que regía en estos países.
Si los conquistadores, celosos del derecho al extremo de aconsejarse con Francisco de Vitoria sobre la justicia intrínseca de sus actos, leían el requerimiento a los indígenas ¿cómo se explica que sus descendientes (que somos los americanos, no los peninsulares) fueran a adoptar una postura falluta ...? ¿ERa falsa la "mascara de FErnado", o es falso que el nombre del rey se usara como máscara? Esto último parece ser la verdad, pero la revolución la pervirtió, con Mitre a la cabeza, para enlistarse en un abolengo que no tenían.
Me queda una cuestión: Rosas.
Don Juan Manuel era un hispanista convencido, y antiborbónico a muerte (de paso, era también repulicano, como San Martín monárquico; se puede leer con fruición eldebate epistolar entre ambos sobre este capítulo). Era partidario de la Independencia, porque entendía que España estaba quebrantada moralmente, y que, si debíamos agradecerle sus desvelos y no levantar el sutil velo de pudor que cubría las vergüenzas de nuestra Madre (creo que Rosas fué el mejor orador americano de su siglo), por cierto que la Independencia fue un hecho político impuesto por las circunstancias y no por nuestro deseo.... Esto se puede leer, palabras más o menos, en su discurso a la Legislatura, creo qeu de 1836, además de algunas cartas a Quiroga, donde repite esta tesis. Que es, además, la de un contemporáneo de los hechos, que no tiene interés en deformarlos. Al revés, tal vez le hubiese convenido decir lo contrario, visto que en el vecino Brasil reinaba el hijo de la urraca Carlota Josefa (liberal y anticatólica reina de Portugal, Algarves y Brasil, y hermanita de Fernando VII).
El tema es de suyo inmenso, no sé si da para ser materia de un artículo en un blog, o para un blog entero. Vicente Sierra es una fuenta interesantísima de datos, por que es el historiador americano que mejor ha documentado sus afirmaciones. Inclusive, ha desentrañado la extraña personalidad del dr. Francia (a quien de ordinario se tiene por qun jacobino) afirmando que era un suareciano hecho y derecho. Con pruebas en la mano, no con frases funambulescas estilo don Bartolo.
Querido Cruz y Fierro, hasta pronto si Dios quiere.
Mil gracias por tu respuesta. Excelente. Me han quedado las cosas mucho más claras.
Un abrazo in Dno.
Me gustaría compartir con ustedes mi artículo extenso acerca del tema, más o menos, aunque cruz y fierro igual ya lo conoce:
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Los Comuneros de la Nueva Granada y sus supuestas repercusiones en el resto de Hispanoamérica
Dedicado con afecto y humildad a D. Luis Corsi Otálora, uno de mis mejores maestros. ¡ Viva la Nueva Granada !
Antes que nada, hemos de tener en cuenta que nos situamos en un conflicto muy poco conocido en España; y no sólo entre las gentes, sino también para la historiografía. Al ser un servidor de ustedes hijo del Reino de Sevilla, del Aljarafe más concretamente, y al estudiar Historia en el Puerto y Puerta de Indias, donde está el Archivo de Indias ( Valga la redundancia ); y si a eso le añadimos que mi “ especialidad “ en la carrera es la americanista; humildemente y con todo el regocijo del mundo he podido profundizar en la Historia de las Américas. Para un servidor, la historia de lo suyo propiamente dicho no se entiende sin el Nuevo Mundo.
Dicho lo cual, pasemos a analizar brevemente lo que fue el caso de los Comuneros del Socorro y Mérida, en la Nueva Granada:
Las medidas del Visitador Juan Francisco Gutiérrez de Piñeres provocaron también tumultos populares, entre los cuales destacó por su magnitud el levantamiento de los comuneros del Socorro, iniciado en el pueblo de este nombre a finales del Invierno del año de 1781, y dirigido contra los símbolos de la recalcitrante opresión fiscal: La Instrucción de los Nuevos Gravámenes, dictada por Gutiérrez de Piñeres, y los estancos. Los amotinados, mestizos e indígenas principalmente, sin faltar blancos, negros o mulatos; lograron llegar hasta Santa Fe de Bogotá, poniendo en fuga al visitador, y obteniendo de una Audiencia más bien atemorizada las Capitulaciones de Zipaquirá, donde se accedía a todos sus deseos. Se trataba sólo de una maniobra dilatoria. La llegada del Virrey Flores con refuerzos permitió denunciar los pactos, y reprimir el último foco activo de la sublevación, localizado en Antioquía.
Realmente esto es muy a vuelapluma; no obstante, expondremos el esquema ofrecido por la profesora María de los Ángeles Eugenio Martínez para los alumnos de “ Historia de la Independencia Iberoamericana “:
COMUNEROS DE EL SOCORRO Y MÉRIDA
CAUSAS:
- Gutiérrez de Piñeres: juez-visitador del Nuevo Reino de Granada, publica las primeras medidas fiscales a fines de 1780.
- Medidas fiscales: Subida de precios sobre productos estancados ( sal, aguardiente y tabaco ); aduanas en Cartagena y Santa Fe y limitación del cultivo de tabaco en algunas regiones: El Socorro, etc.
- Cobro del donativo gracioso ( 2 pesos los blancos y 1 peso el resto ) para gastos de intervención en la Guerra de las Trece Colonias.
PROTESTA
1º) – Alborotos populares, marzo de 1781: derrama de aguardiente, quema del tabaco almacenado, asaltos a oficinas, etc. ; al grito de ¡ Viva el Rey ! ¡ abajo el mal gobierno !
2º ) – Levantamientos en El Socorro y San Gil, 16 de abril de 1781, de 60 pueblos = 6.000 hombres, animados por la sublevación de Túpac Amaru:
PROTAGONISTAS PRINCIPALES
Juan Francisco Berbeo, criollo y hacendado, nombrado generalísimo.
Salvador Plata, criollo, oligarca acaba entregando al compañero Galán.
José Antonio Galán, mestizo, nombrado capitán-comandante.
Ambrosio Pisco, mestizo y comerciante.
Los hermanos Ardila, mestizos.
HECHOS DESTACADOS
Formación de una Junta de gobierno de el común que proclama como generalísimo a Juan Francisco Berbeo y como capitanes a 4 ciudadanos.
Envío de Galán al puerto de Honda para evitar la entrada de refuerzos militares a la capital.
Nombramiento y envío de comisionados a las ciudades de la Intendencia de Caracas para extender la protesta.
Marcha hacia Bogotá al grito de ¡ guerra ! de 15 ó 20.000 hombres.
Entrevista en Zipaquirá con la comisión de Bogotá encabezada por el arzobispo Caballero y Góngora: Capitulaciones ( 35 ) de Zipaquirá, redactadas el 5 de junio de 1781, ratificadas por la Real Audiencia de Santa Fe, juradas el 8 de junio de 1781.
Adhesión de las ciudades de La Grita y Mérida a los comuneros: García Heiva, criollo, capitán general, líder del alzamiento en la ciudad de La Grita en 1779 contra los estancos y subida de impuestos.
FRACASO DEL MOVIMIENTO
No adhesión de la ciudad de Trujillo.
Envío desde Caracas de un ejército a Mérida, que no opuso resistencia, 5 de octubre de 1781.
Ejecución en la horca de José Antonio Galán por encabezar un levantamiento indígena, 2 de enero de 1782.
Anulación de Capitulaciones de Zipaquirá por haber sido firmadas bajo coacción y violencia, 18 de Marzo de 1782.
Llegada de un ejército al Nuevo Reino de Granada y concesión de un indulto general para los comuneros de Bogotá, 6 de agosto de 1782.
* Indulto general para los comuneros de Venezuela, 31 de Enero de 1783. Con esta fecha, hay un par de personajes que llegan a Inglaterra y piden entrevista con el gobierno británico para solicitar un protectorado inglés, para ayudar a la Independencia....Pero el gobierno inglés no ayudó finalmente. Esto muestra que la idea independentista no había acabado, sino que subyace aquí....
Estos textos fueron proporcionados también por María de los Ángeles Eugenio Martínez: De Pablo E. Cárdenas Acosta, El Movimiento Comunal de 1781 – “....y León, de la misma ciudad, optaban por la marcha del ejército contra Santa Fe, contra el dictamen de sus compañeros los Diputados don Fernando Pabón y Gallo y don Juan Salvador Rodríguez de Lago y del Capitán don Joaquín del Castillo y Santa María, quienes habiendo adherido al parecer del Arzobispo don Antonio Caballero y Góngora y al de los Comisionados, resueltamente se oponían.
Entrególes Berbeo el proyecto que había preparado don Pedro Nieto, por el cual se pedía la abolición del derecho de barlovento y del estanco de tabaco; la rebaja de los precios de la sal y el aguardiente, así como de los tributos de indios; el extrañamiento perpetuo del Regente Visitador General, don Juan Gutiérrez de Piñeres; la prelación de los criollos sobre los europeos en los empleos públicos; la confirmación de los grados militares para todos los jefes y oficiales del ejército de los comuneros y la facultad para que todos los Capitanes pudiesen reunir sus compañías los días domingos, para hacerlas diestras en el manejo de las armas, y que hubiese en las villas del Socorro y San Gil un Corregidor Justicia Mayor, independiente del de Tunja, y otras disposiciones que se omiten para no extenderme con demasía.
Intervinieron en la preparación y discusión del proyecto, además de los diputados y capitanes de Tunja, Berbeo y don Pedro Nieto, don Pedro García, don Javier Tello y don Simón Villarreal, don Jorge Lozano de Peralta, y sus compañeros los demás Capitanes de Santa Fe, así como los miembros del Cabildo Secular, y algunos otros de los principales capitanes y jefes del ejército.
Extendido y discutido el proyecto, con las adiciones y modificaciones que se le introdujeron, quedó listo para ser presentado a los Comisionados el 5 de junio, conforme al tenor siguiente:
“ PLAN DE CAPITULACIONES:
Muy poderoso Señor:
El Capitán General, Comandante de las ciudades, villas, parroquias y pueblos que por comunidades componen la mayor parte de este Reino, y en nombre de las demás restantes, por las cuales presto voz y caución, mediante la inteligencia en que me hallo de su concurrencia, para que unánimes y todos juntos como a voz de uno, se solicitase la quitación de pechos y minoración de excesos que insoportablemente padecía este mísero Reino, que no pudiendo ya tolerarlos por su monto, ni tampoco los rigorosos modos inservidos para su exacción, se vió precisada la villa del Socorro a sacudirse de ellos del modo que ya es notorio, a la cual siguieron las demás parroquias, pueblos, ciudades y lugares, por ser en todos ellos uniforme el dolor, y como haya mediado para su intermedio, y se acelere por la convención a que todos los principales unívocamente propendemos, parezco ante V.A. con mi mayor rendimiento por mí y en nombre de todos los que para dicha Comandancia me eligieron, y de los demás que para este fin se han agregado, presentes y ausentes, en virtud de lo que se me ha prevenido por los señores Comisionados exponga, propongo las Capitulaciones siguientes:
1ª - Primeramente. Que ha de fenecer en el todo el ramo de Real Hacienda titulado Barlovento, tan perpetuamente que jamás vuelva a oírse su nombre.
2ª - Segunda. Que las guías, que tanto han molestado en el principio de su establecimiento a todo el Reino, cese para siempre jamás su molestia.
3ª - Tercera. Que el ramo de barajas se haya también de extinguir y sólo queden en el comercio.
4ª - Cuarta. Que el papel sellado, atenta la miseria en que está constituido este Reino, sólo quede corriente el pliego de medio real para los eclesiásticos, religiosos, indios y pobres, y el pliego de a dos reales para los títulos y litigantes de personas de alguna comodidad, y no otro de ningún sello.
5ª - Quinta. Que por cuanto los más Jueces que se nombran de Alcaldes Ordinarios, de la Hermandad y Pedáneos, en su nombramiento contra su voluntad por el abandono con que dejan sus casas y cortos haberes de su manutención, y que a más de esta incomodidad se les exigen cantidades para ellos muy crecidas de medias anatas, es expresa Capitulación, como las antecedentes, cese su contribución en el tiempo venidero, por no reportar en semejantes empleos ningún cómodo, ni para su manutención, ni sufragar el oficio para las pérdidas de la casa que abandona.
6ª - Sexta. Que en el todo y por todo se haya de extinguir la renta frescamente impuesta del Estanco del Tabaco, a que aun en tiempo del Excelentísimo Señor don Sebastián de Eslava, que entraban chorros de oro y ríos de plata....
....y los venideros padecerán su escasez, y que todas las salinas que en el Reino se hallen, las trabajen los dueños de las tierras en que se hallen, con la pensión de un peso por carga a Su Majestad.
15ª - Décima quinta. Que en obedecimiento se ha pregonado un Real Orden, por el cual pide Su Majestad que cada persona blanca le contribuya dos pesos, y los indios, negros y mulatos con un peso, expresando en ella ser éste el primer pecho o contribución que se haya impuesto, y siendo tantos con los que se nos ha oprimido, no parece de ningún modo compatible esta expresión, por lo que en el todo nos denegamos, y por el contrario ofrecemos como leales vasallos, que siempre y cuando se nos haga ver legítima urgencia de Su Majestad, para conservación de la fe, o parte aunque sea la más pequeña de sus dominios, pidiéndosenos donativo, lo contribuiremos con grande gusto, no sólo de este tamaño, sino hasta donde nuestras débiles fuerzas alcancen, ya sea en dinero, ya en gentes a nuestra costa, en armas, caballos o víveres, como el tiempo lo acreditará.
16ª - Décima sexta. Que habiendo sido causa motiva de los circulares disgustos de este Nuevo Reino y el de Lima, la imprudencial conducta de los señores Regentes Visitadores, pues quisieron sacar jugo de la sequedad y aterrar hasta el extremo con su espótica autoridad, pues en este Nuevo Reino, siendo la gente tan dócil y sumisa, no pudo con el complemento de su necesidad, ni aumentos de extorsiones, tolerar ya más tan despótico dominio, que cuasi se han semejado sus circulares hechos a deslealtad; y para que en lo venidero no aspire, si encuentra resquicio a alguna venganza, que sea don Juan Francisco Gutiérrez de Piñeres, Visitador y Regente de esta Real Audiencia, extrañado de todo este Reino para los dominios de España, en el cual nuestro Cathólico Monarcha, con reflexión a los resultos de sus inmoderadas operaciones, dispondrá lo que corresponda a su persona, y que nunca para siempre jamás se nos mande tal empleo de Regente Visitador, ni personas que nos manden y traten con semejante rigor e imprudencias, pues siempre que el otro así nos trate, trataremos todo el Reino, ligado y confederado, para atajar cualesquiera opresión que de nuevo por ningún título se nos pretenda hacer.
17ª - Décima séptima. Que el común del Socorro pide que en aquellas villas haya un Corregidor, Justicia Mayor, al cual se le ponga el sueldo de un mil pesos en cada un año, y que en éstos no haya de haber jurisdicción en la capital de Tunja, con tal que quienes ejerzan este empleo deban ser criollos nacidos en este Reino, sin que pretenda primacía alguna de estas villas, sino que asista en una de las dos, que son San Gil y Socorro.
18ª - Décima octava. Que todos los empleados y nombrados en la presente expedición de Comandante General, Capitanes Generales, Capitanes Territoriales, sus Tenientes, Alféreces, Sargentos y Cabos, hayan de permanecer en sus respectivos nombramientos, y éstos, cada uno en lo que le toque, hayan de ser obligados en el Domingo en la tarde de cada semana, a juntar su Compañía y ejercitarla en las armas, así de fuego como blancas, ofensivas y defensivas, tanto por si se pretendiere quebrantar los Concordatos que de presente nos hallamos aprontados a hacer de buena fe, cuanto para la necesidad que ocurra en el servicio de Nuestro Cathólico Monarcha.
19ª - Décima nona. Que los Escribanos hayan de llevar sólo por derechos la mitad de los Aranceles, y que en sus márgenes hayan de poner indispensablemente su importe en plata, y el porqué, y si se les justifique tercera vez haberse excedido de su arancelamiento, por el mismo hecho serán, sin otra causa, depuestos de sus oficios, como también los Notarios Eclesiásticos que sin ningún costo en la adquisición de sus oficios, ni igual fe, quebrantando lo preceptuado por Su Majestad en sus Reales Ordenes, y lo nuevamente ordenado por la Real Audiencia para su cumplimiento, para que no lleven más derechos por las informaciones para los casamientos que lo escrito en ellas, que es un real por foja, teniendo ésta treinta y tres renglones por plana, y cada renglón diez partes, como lo previene la Ley Castellana, y no cumpliendo con esta Real Orden, ni la de la Real Audiencia, por lo que sólo importarían dos reales cuando más, las citadas informaciones, generalmente llevan doce reales, lo que debe atajarse y de ningún modo permitirse; y al que de hoy en adelante lo hiciere, debe severamente castigarse, pues esta clase de oficios es la carcoma, polilla o esponja de todos los lugares, y que como tienen menos que perder que los Escribanos Reales, que son los que ha mandado Su Majestad ejerzan estas Notarías, con más facilidad quebrantan cuanto en contrario de lo que hacen no les traiga comodo....
* INTERPRETACIONES: VISITADOR G. PIÑERES
....que el que han querido usurpar; y, en una palabra, que no haya Rey, ley ni patria.
El contexto de las capitulaciones que propuso el Jefe de los rebeldes es tan insolente que no tengo valor para repetirlo, ni lo creo necesario, pues a su simple lectura y sin más explicación, conocerá cualquiera la exorbitancia, desacato y atrevimiento que respiran, reduciéndose substancialmente a intentar dar la ley a su Soberano, a trastornar arbitrariamente todas las reglas establecidas, y a romper los vínculos del vasallaje y subordinación, sin el menor respeto, ni aun miramiento por la Autoridad Real.
La Junta Superior de Tribunales de Santafee y los Diputados que había en Zipaquirá aceptaron y aprobaron cuanto propusieron los rebeldes, porque sorprendidos de terror y espanto, y hallándose sin fuerzas para resistirlos, se creyeron obligados a ceder a la violencia, conociendo sin duda que todo era notoriamente nulo....”
El exjesuita don Juan Pablo Vizcardo y Guzmán elogia el altruismo de los autores de las Capitulaciones de Zipaquirá, en relación con lo estatuido por el artículo 7º en beneficio de los indios, en la célebre carta de 1799, dirigida a los Españoles-Americanos, por medio de la cual los concita a la independencia de la Metrópoli:
“ ¡ Generosos Americanos del Nuevo Reino de Granada !,-les dice-. Si la América Española os debe el noble ejemplo de la intrepidez que conviene oponer a la tiranía, el nuevo resplandor que se añade a vuestra gloria será en los fastos de la humanidad que se verá grabado con caracteres inmortales; que vuestras armas protegieron a los pobres indios, nuestros compatriotas, y que nuestros diputados estipularon en pro de sus intereses con la misma liberalidad que por los vuestros. Pueda vuestra conducta magnánima servir de lección útil a todo el género humano. “ ( Villanueva, Carlos A. Napoleón y la Independencia de América, pp. 313 y 314 )
Profusas circularon las capitulaciones no solamente en las provincias levantadas, sino en la mayor parte de los pueblos del Virreinato de Santa Fe y en la provincia de Maracaibo. Su fama alcanzó a difundirse en el Virreinato del Río de la Plata: “ Qué hacemos-exclaman los vecinos de Mendoza, aludiendo a la sublevación de los comuneros de Nueva Granada-que no nos alzamos....? Que los que se han levantado en Santa Fe de Bogotá y en otras partes, han conseguido lo que han querido. “ ( Lewin, Boleslao. Túpac Amaru el Rebelde, pág. 319 )
“ Cabe afirmar-dice el docto historiador Boleslao Lewin-, sin dejar lugar a dudas, que las autoridades aceptaron las Capitulaciones, porque se encontraban totalmente a merced de los comuneros, apostados a cuatro leguas ( a diez leguas, de la capital del virreinato ). De otra manera no hubiera sucedido tal cosa. Basta para convencernos de ello, el examen de algunos artículos del documento en cuestión. Pero antes es necesario que nos traslademos mentalmente a la época en la que el vasallo estaba obligado a cumplir ciegamente las órdenes emanadas de la autoridad absoluta. Y he aquí que esta misma autoridad, en el caso que tratamos, no sólo tolera que se le formule exigencias, sino que se somete a ellas. Esto, claro está, pudo suceder en condiciones muy especiales, cuando a la fuerza de los comuneros la Junta de Tribunales no pudo oponer nada....” ( Lewin, Boleslao; Túpac Amaru el rebelde, página 364 )....
Envolvían las Capitulaciones persuasivos indicios de soberanía popular, puesto que por ellas asumían los vasallos la potestad de establecer preceptos y preiscripciones que las autoridades reales debían de obedecer y ejecutar, quebrantando así las regalías y el principio de autoridad, propios y particulares del monarca.
Estatuían implícitamente el principio de la autonomía nacional con las prerrogativas otorgadas a los criollos, para que fuesen antepuestos a los peninsulares en el ejercicio de los cargos públicos en la colonia, cuyos resultados habían de redundar forzosamente en favor de la emancipación de los colonos.
Libraban al pueblo de gran cantidad de gabelas, seculares y eclesiásticas, y por consiguiente, de los grandes abusos y múltiples corruptelas que de ellas provenían, salvando así el principio de la propiedad individual.
Establecían, por último, la confirmación oficial de los grados militares de todos los jefes y oficiales....”
Sin entrar a valorar términos que nos pueden gustar más o menos, y yendo a lo que verdaderamente nos interesa, podemos establecer lo siguiente:
- Se da siempre respeto hacia el Rey. Como en todos los conflictos populares de las Españas, se grita siempre a favor de la Monarquía. ¡ Viva el Rey, muera el mal gobierno !; ¿ hay algo más castizo dentro de lo hispano ? Salvo, por ejemplo, en la solitaria y conspiradora aparición de Picornell en España ( Se llegó a hablar de una ¿¿¿ República Iberiana ??? ), se sigue manteniendo, pues, este espíritu.
- Aun no gustando del todo Vizcardo ( De origen peruano )....¡ Qué distinto del racismo de Bolívar o Belgrano; del que nos ha documentado D. Luis Corsi Otálora, tan neogranadino como El Socorro....! Sobre Belgrano, por ejemplo: “ Los negros y los mulatos son una canalla que tienen tanto de cobarde como de sanguinaria (…) sólo me consuela saber que vienen oficiales blancos “....¡¡¡ El “ padre de la nación argentina “ !!! ¿ Y qué decir de Simón Bolívar, masón venido a menos, hombre sanguinario, traidor, señorito sin escrúpulos....? También tenemos algo que aporta esta figura historiográfica de la Nueva Granada; sobre los negros a los que supuestamente liberta: “ El nuevo ciudadano que rehúse tomar las armas para cumplir con el sagrado deber de defender su libertad, quedará sujeto a servidumbre, no sólo él sino también sus hijos menores de 14 años, su mujer y sus padres ancianos “. ¡¡¡ Y este tipejo cuenta con una estatua ecuestre en Sevilla, la ciudad imperial-americana por excelencia de la Vieja España; al lado del Pabellón del Chile….!!! Desde luego, razón tiene Maeztu en Defensa de la Hispanidad cuando defiende que la crisis de la Hispanidad comienza en la misma España. Como digo, qué distinto del afán proteccionista del indio de Vizcardo. El mismo afán proteccionista que tuvieron gobernantes como Hernandarias Saavedra, aquel gran caudillo del Río de la Plata. ¡¡ Y Vizcardo sigue hablando de “ Españoles Americanos “ !! El ex jesuita Vizcardo defendió el movimiento de Túpac Amaru. No obstante, con todo, no podemos dejar de señalar sus ansias por lo británico….¡¡¡ Qué triste !!! No podemos decir que se equivocó el Tribunal de la Santa Inquisición de México al condenar la famosa carta. Y en el fondo, no nos extraña que Miranda la propagara y que ésta actuara como factor de cohesión entre los independentistas. ¡¡¡ Triste suerte fue la de América....!!!
- Cierto es que el tono de las Capitulaciones de Zipaquirá puede parecer, cuanto menos, insolente. No obstante, ¿ realmente piden algo desorbitado ? Analicemos lo siguiente: En los convulsos años que tratamos ( En general, ya sabemos que el siglo XVIII confirma la decadencia de España, aun siendo nuestra patria todavía una potencia respetable ), los nuevos gobiernos imponen medidas asfixiantes. El desgajamiento de los Virreinatos ( Creación de los virreinatos del Río de la Plata y de la Nueva Granada ); cuando en época habsbúrgica la Nueva España de México y la Nueva Castilla del Perú constituían los núcleos políticos que representaría el Consejo de Indias. No obstante, cabe recordarse que las divisiones borbónicas no fueron gratuitas. Una España acosada por la piratería institucionalizada ( Mientras nosotros castigábamos a nuestros compatriotas piratas, su graciosísima majestad de la Pérfida Albión los nombraba “ sir “....) de las potencias europeas vivía esto también en las Indias; con lo cual, incluso pensóse en crear un nuevo virreinato en la América del Norte. Se repoblaron vastas zonas que parecían marginales en muy distintos puntos, tales como Nueva Vizcaya, Sonora o Tejas en la Nueva España; o hasta la Patagonia Argentina, el Chile y las Islas Malvinas. Todo también pensado para poder frenar el terrible contrabando que entre el Brasil y el Río de la Plata había roto aguas sobre todo a raíz de las intromisiones internacionales en la Guerra del 1640, que desgajó el Trono Hispánico de la Casa del Austria.
No obstante, las continuas crisis económicas van a hacer que muchos gobernantes piensen en las Indias como solución. Miren ustedes, no es por establecer una problemática vieja que acabó con la Guerra de Sucesión, pero sí es cierto que en la época de los Habsburgos se mantuvo la denominación de “ Reynos d Yndias “ ; mientras que con los Borbones se habla más de “ colonias “. Incluso el carlismo se ve atrapado por esta dialéctica de la época; Carlos VII o Juan Vázquez de Mella y Fanjul llegan a hablar también de “ colonias “ para referirse a la América Hispana, con la cual deseaban confederarse tras el desastre de la mal llamada “ independencia “.
En la época borbónica se vive la problemática de “ criollo versus peninsular “; muchos criollos van a recelar del “ favoritismo “ de los recién llegados y eso será aprovechado en su momento, como veremos. Los Repartimientos Forzosos de Mercancías hacían, sobre todo, de las comunidades campesinas, una carga insoportable. Los Corregidores almacenaban productos, muchas veces innecesarios, a precios desorbitados que por fuerza le debían comprar las gentes de su zona....Ya con los Austrias empezó la venalidad de oficios, es decir, la venta de éstos, con lo cual la corruptela en esta época podemos decir que había avanzado....
Por eso, aun con el lenguaje insolente que se precie, con todo, lo que apreciamos en los rebeldes que condensan en Zipaquirá es una actividad política muy típica de las Españas. Lo que están reclamando estos neogranadinos no es otra cosa sino el nervio municipal; por el mismo que brindaba Marcelino Menéndez y Pelayo en el Retiro de Madrid; como herencia del municipio romano. Todo ello plasmóse en el Nuevo Mundo con los Cabildos y las Audiencias. La intensa participación de la sociedad americana había decaído, con lo cual, los abusos de los malos gobiernos estaban asfixiando, sobre todo, a quienes de verdad, con todos sus fallos, eran conscientes del dinamismo de su tradición sociopolítica.
- El nombre igual puede causar “ confusión “....¿ Serán comparados con los comuneros españoles ? Veremos: Los comuneros ya son malamente llamados como exclusivamente de Castilla; cuando partidas comuneras también salieron de los Reinos de Galicia, León, Toledo o Sevilla. Los comuneros usaron siempre el carmesí típico de Castilla; el morado no aparece hasta la época del Conde-Duque de Olivares y es para un regimiento formado por él mismo. El morado, asimismo, aparece como color de algún Escudo Real ya en época borbónica. Por tanto, este mito nacionalista es puramente moderno y, como la ikurriña del PNV o la “ neoalmohade andalucista “ no tiene sentido alguno. Los comuneros españoles, no obstante, reclamaban los fueros típicos frente a un incipiente despotismo flamenco que acompañaba al séquito de Carlos I. El tema de la participación social lo vemos cuando las Cortes se niegan a pagar lo decretado por el nuevo Rey. Los comuneros eran de profundas convicciones religiosas ( Igualmente partidarios de la Santa Inquisición ) y monárquicos; aunque preferían para la Corona de Castilla a Fernando de Habsburgo, el hermano de Carlos I de las Españas. Igual que sí hay algo, aun en el intervalo de tres siglos....Pero sabemos que la Historia tiende a repetirse. Los comuneros de la España del XVI jamás fueron “ revolucionarios “ ni nada parecido, como alguno pretende.
Dicho esto, es público y notorio que en el siglo XIX español existió la logia masónica de “ Los Comuneros “. Utilizaban el color morado. A eso debió referirse Alejandro Lerroux ( Notorio masón ) en el primer tercio del siglo XX y no a Castilla para el color de la bandera republicana. Manchó el nombre de Castilla y el de España entera.
- Consideremos, otra vez, las convulsiones del siglo XVIII: Un servidor no reniega, pues, de la legitimidad de los Reyes. Pero lo que es, es. Los gobiernos de Carlos III y del Marqués de Pombal fueron nefastos para las Américas. Ellos incentivaron el centralismo. Fue la época de la expulsión de la Orden Jesuita, tan viva su presencia allá por el Paraguay y el Paraná…Se hablaba incluso del “ estado jesuítico “. Fueron aquellos guaraníes evangelizados los que mayormente sufrieron los abusos de los nuevos “ repartos de tierra “ entre gobernantes que no respetaron lo ya establecido. En esta época, el Marqués de Pombal ( Que aún cuenta con numerosas plazas en el Portugal, aquella tierra tan linda, como en Vila Real de Santo António en el Reino de los Algarves ), se “ oficializó “ la imposición de la lengua portuguesa en todo el territorio del Brasil, por ejemplo....Eso mismo le repito a mis amigos peruanos para con el “ brasileiro tema “. Y no por ello digo que sea bueno. Pero sí me refiero al “ mal menor “, tan moda en nuestros tiempos, sobre todo manipulado gracias a la cobardía e insistente propaganda de quien no tiene valor de defender las cosas tal y como son.
En fin, centrándonos en lo que nos compete, y dejando conservadorzuelos baratos aparte, podemos decir que la revuelta de Túpac Amaru en el Perú sucedió en el Reinado de Carlos III. Un servidor de ustedes escribió un humilde opúsculo al respecto, publicado en foros como www.hispanismo.org y etc. : ¿ Túpac Amaru ? Como sabemos, y a pesar de la pretenciosa manipulación de la dictatorial izquierda, José Gabriel Condorcanqui Noguera, era un muy bien situado mestizo indiado de la zona cuzqueña, “ transportista de recuas y mulas “. Por sus venas corría sangre de la nobleza inca, amén de una abuela española. Túpac Amaru va a resultar ser la cabeza visible de un descontento creciente acerca de los abusos de los malos gobiernos, incidiendo en el reparto forzoso de las mercancías y los consiguientes trapicheos del corregidor, el endurecimiento del régimen de la mita, la pérdida de importancia y demografía del Cuzco, el descontento por el favoritismo de peninsulares con respecto al Cuzco, etc. Túpac Amaru siempre reclama su nobleza de sangre ( Reconocida por la Corona Española ) y se muestra como un gran conocedor de las Leyes de Indias y de la Religión Católica. También reclamará en sus primeras peticiones esto. La rebelión evoluciona y va sembrando un precedente poco claro: Túpac Amaru llega a ser proclamado como Rey….Claro que, ¡ dentro de los marcos del Virreinato del Perú, que fue una creación hispánica ! Con Túpac Amaru no sólo van a ir indígenas, sino que también negros, zambos, mestizos o mulatos. ¡ El mismo José Gabriel no era 100 % amerindio ! Logró ser populoso, pero ni mucho menos mayoritario. Esta revuelta, de eminente cariz social, sí es cierto que se desvía de su principio, que no es más que el restablecimiento escrupuloso de cómo era llevada a cabo la legislación compilada en tiempos de los Austrias. En las primeras cédulas, Condorcanqui proclama lealtad a Carlos III. Esta lealtad fue desapareciendo con el tiempo. El mismo Túpac Amaru firmó cédulas suyas suplantando el nombre del Monarca. Conocedor de la doctrina del tiranicidio, como luego la intentarán manipular muchos independentistas, ésta fue propagada en las Américas por la Compañía de Jesús; si bien en la Piel de Toro ya era conocida desde visigodos tiempos, por ejemplo, con San Isidoro de Sevilla.
Otro problema en la época de Túpac Amaru es el de la esclavitud. Esta nefasta institución, combatida siempre por la Iglesia, encuentra un auge en la época de Carlos III, con la Compañía Gaditana de Negros ( Que en realidad no fue ni por asomo del “ nivel “ de la South Sea Company, por ejemplo ), incentiva un plan esclavista para Cuba. Túpac Amaru pedirá también la supresión de la esclavitud; como un siglo después lo hará Carlos VII de las Españas en su plan para las Antillas. Como vemos, salvo “ exotismos “ y manipulaciones varias de ateos clasistas, Túpac Amaru nada tiene que ver con lo que fueron los grandes líderes independentistas. Algunas revueltas ya acaecidas en el siglo XVII tienen caracteres parecidos. Túpac Amaru fue un noble tradicional ( Siempre reclamó su condición estamental ) que debido a extrañas circunstancias acabó desvariando un poco.
A mi juicio, los funcionarios de la Corona reprimieron la revuelta con demasiada crueldad. Prueba de ello es la propia ejecución de su adalid. Reverdecieron viejas rencillas, cristalizadas quizá a posteriori en la crueldad de Túpac Catari en el Alto Perú. Una de las medidas a adoptar fue incluso la prohibición de los Comentarios Reales del Inca Garcilaso y hasta de la lengua quechua....¡¡ Qué distinto de Felipe II y de los misioneros de su época !! ¡¡ Qué distinto de mi paisano Fray Juan Calero, primer Mártir de la Nueva España, que aprendió el náhuatl para misionar a los nativos en condiciones !! Aquellos tiempos del florecimiento de la cultura barroca indiana, donde la Iglesia se mostró como una gran compiladora de lenguas amerindias y transmisora del latín, el castellano o el portugués….Cuando Felipe II de las Españas se negaba a la imposición lingüística y fomentaba las traducciones del Catecismo....
Y es que, como vemos, ya entrando otra vez en el conflicto radicado en El Socorro, la lealtad extrema de los peruanos volvió a florecer, para no querer perjudicar a la Monarquía, incluso negándose en su apoyo. Lealtad extrema que fue llevada por el Caudillo de los Indígenas Realistas, ya proclamada la República, allá por el año de 1835, en las Pampas de Quinúa, ese Antonio Navala Huachaca....¡¡ Navala Victoria; Mamacha Rosario....!! Buscando al “ Inca Católico “ y peleando contra los enemigos de la Patria Peruana….Fue el Perú un bastión realista; fue la amargura de los separatistas antihispánicos.
En todo este contexto de injusticias, se me antojan las palabras de un carlistón de pro, Fray Magín Ferrer, allá por la Primera Guerra Carlista: “ el Monarca está obligado por una ley de prudencia que habla al corazón del hombre, a no imponer a sus súbditos ningún precepto, o gravamen, o carga, que pueda inducirles a constituirse criminales resistiendo a los mandatos de su Soberano, y dando lugar con imprudentes medidas a alborotos, conspiraciones, sublevaciones y guerras civiles....” Eso por no recordar manifiestos como el de Carlos VI en Maguncia o el de la Princesa de Beira en Baden ( Cerca de Viena )….¡¡¡ Ojalá Carlos III hubiera obrado de esta manera !!! Esto es, a la tradicional usanza de los Reyes Españoles.
- Aunque en las revueltas de finales del siglo XVIII puede haber conexiones ciertamente reales, sin embargo, en el Brasil se da un caso distinto: El de la “ Inconfidencia Minera “. Veamos, pues, el esquema que nos ofrece la profesora sevillana Dª María de los Ángeles Eugenio Martínez:
LA INCONFIDENCIA MINERA, MINAS GERAIS 1788 – 15 de marzo de 1789
- Minas Gerais, capitanía, 400.000 habitantes, en recesión económica por la caída de las minas ( oro y diamantes ), pero con una rica actividad cultural e intelectual.
- Conde Luis de Vasconcelos de Souza, virrey de Río de Janeiro.
- Antonio Furtado de Mendonça, vizconde de Barbacena, sobrino del virrey, gobernador de la capitanía de Minas Gerais: dicta el aumento de impuestos y advierte del cobro de la derrama.
INTELECTUALES MINAERENSES EN EUROPA:
Domingo Vidal Barbosa, estudios en Lisboa hasta su vuelta a Vila Rica.
José Joaquim Maia, exseminarista, estudia Medicina en Coimbra y Montpellier: se entrevista con Thomas Jefferson, embajador en París, en solicitud de armas y dinero; falsea la negativa a sus compañeros.
José Álvares Maciel, ingeniero, estudia en Coimbra y en Inglaterra donde compra la Constitución de los USA y regresa a Río: aquí contacta con Tiradentes en 1788.
CONSPIRADORES EN MINAS GERAIS:
Joaquim Silveira dos Reies, portugués, teniente coronel y comerciante endeudado, delató la conjura a cambio de la condonación de la deuda.
Vieira da Silva, canónigo, tradujo la Constitución de los USA.
Nogueira de Lima, cura, que no resistió la tortura y denuncia el escondite de Tiradentes.
GONZAGA, portugués, juez-recaudador de la corona ( desembragador ), partidario de movilización sólo en límites de la capitanía en contra de la opinión de Tiradentes.
Joaquim da Silva Xavier, Tiradentes, de padres portugueses, ingresa en el ejército bajo las órdenes de Freire de Andrade y ejerce de dentista; se traslada a Río para extender su idea y ampliar la movilización popular.
Teniente coronel Francisco de Paula FREIDE de Andrade, cuñado de Maciel; en su finca Cruzeiro se elabora el plan de rebelión a primeros de 1789.
Pensadores y poetas de Vila Rica: Claudio Manuel da Costa, Tomás Antonio Gonzaga y Alvarenga Peixoto: elaboraron el PROYECTO POLÍTICO de la conspiración.
PLAN DE REBELIÓN ( 1789 )
a) movilizar al pueblo al grito de ¡ Viva la libertad ! el día de la publicación de la derrama
b) unión del ejército al pueblo
c) arrestar al gobernador y constituir un gobierno provisional: presidido por Gonzaga durante 3 años y luego elecciones anuales:
- separación de Portugal y proclamación inmediata de la República
- confiscación de propiedades del tesoro para fondos de Estado
- anular las deudas y perdonar a los deudores del tesoro real
- impulsar la economía: manufacturas locales, minas de diamante, de hierro, etc.
- ¡ no ejército permanente !, sólo una Milicia Nacional
- escudo y bandera = 3 triángulos ( blancos, negros y mulatos ); con la inscripción latín ¡ LIBERTAD AUNQUE TARDÍA !
FRACASO:
- delación por Silveira dos Reies; arrestos y torturas de 32 conspiradores: el cura Nogueira de Lima no resistió y denunció el escondite de Tiradentes; el t. coronel Andrade dio otros detalles de la conspiración: acusaciones de unos a otros, suicidios en cárcel, etc. Tiradentes se declara único responsable.
Juicio y sentencia = 16 y 17 de abril de 1792: horca conmutada por expulsión del Brasil, más confiscaciones de bienes para algunos: Gonzaga.
- excepciones de la conmuta otros 7 implicados: Freire de Andrade ( sin descuartizar ) y Tiradentes ( cabeza cortada y puesta en Vila Rica ) = 21 abril 1792 en la plaza pública de Río.
Como vemos, el caso brasileño resulta ser distinto. A priori, podemos decir que el patrón poblacional brasileño fue mucho más ruralista que en el resto de Hispanoamérica. En las Indias de Castilla y de León, desde muy tempranos tiempos se va a organizar una red urbana importante. “ Urbanismo “ que no es comparable al actual de los desvergonzados sistemas capitalistas. Queremos decir: La ciudad no está pensada en estos tiempos como un mega-escaparate y polución; sino como consecución del cercano trabajo a la tierra, como centro de cultura, comercio y administración, pero nunca alejándose del trabajo agrícola. El hacendado del Imperio de Castilla tenía mucha mayor movilidad en su sociedad. El facendeiro portugués del Brasil no salía prácticamente de sus tierras. En el Brasil Portugués, no se hacen escuelas ni universidades, y no circula la imprenta. Todo lo contrario en la América de Castilla y de León y sobre todo a raíz de los tiempos de Felipe II. La imprenta aquí florece desde el siglo XVI, así como la educación muy llevada por la Iglesia. Los brasileños que estudiaban solían hacerlo a partir de Portugal; por ejemplo Coimbra, gran centro cultural hispánico; amén de soler terminar por Francia y/o Inglaterra.
El Brasil poseía mucha menor movilidad económica. En las Indias de Castilla, los grandes virreinatos, aun no teniendo demasiado contacto entre sí, creaban auténticos “ círculos autárquicos “; teniendo en su propio seno minería, obrajes, agricultura, puertos, etc. En el Brasil se inicia desde primera hora y sobre todo hacia el Nordeste el monocultivo del azúcar. Tras las guerras con Holanda y las intromisiones franchutes y anglosajonas, sobrevino el definitivo y desgraciado Tratado de Utrecht como ya sabemos….Con el consiguiente y posterior Tratado de Methuen, donde la Pérfida Albión va a controlar especialmente el comercio portugués-americano. Así como en el resto de España es notoria la intromisión francesa. En el siglo XVIII, Brasil vive un espléndido auge del cultivo cafetalero a partir de San Pablo. Y en el Sur, o sea, Paraná, Santa Catalina o Río Grande del Sur; se va a fomentar la ganadería. El problema de la movilidad económica se acusa sobre todo en este Sur Brasileño. Los ganaderos se quejaban de que no podían competir en condiciones con el Río de la Plata, de que ellos no podían ser autosuficientes, de que lo suyo se vendía tarde y mal, y que los precios de los productos del Norte resultaban ser demasiado caros. Todo esto cristalizará en el siglo XIX en guerra como la de los Farrapos.
Con todo, lo que ocurre en Minas Gerais, sí es cierto que viene precedido de una revuelta por zonas económicas ( Decadencia del auge minero; que nunca tuvo parangón a la minería de México, o del Perú ); pero no deja de ser un grupo minoritario e influenciado por la política de la Revolución de las Trece Colonias anglosajonas que pretende una copia literal del asunto. Aunque el pueblo brasileño pudiera sufrir descontentos, demostró hasta en condiciones poco favorables dentro del contexto político continental sus convicciones imperiales. Más o menos coetáneo de los Comuneros del Socorro, la primera resulta ser una revuelta popular y tradicional. La segunda, una minoría elitista utiliza un lenguaje pseudopopulista para influenciar bien a Minas Gerais bien al Brasil entero, con un estrepitoso fracaso, amén de por la traición de sus propios dirigentes, por la reacción brasileña en general.
En el Brasil del XIX, cierto es que, amén de los Farrapos ( O Guerra Harapienta, del Sur ), se suceden guerras como la Balaiada, la Sabinada o la del Marañón. Y que en ellas se ven proclamas contra la monarquía. Hablando de este tema con Alfonso de Orleáns-Bragança y Borbón; convenimos en que es cierto que no dejan de ser conflictos desordenados en su estructura y bien localizados. Y que el Brasil mantuvo su estructura de “ nación-continente “, a pesar de la República de los Estados Unidos del Brasil, y de las posibles tendencias separatistas en su seno ( Que aún existen ), por el hecho clave de que obtuviera su “ independencia “ bajo un sistema imperial que gozaba de amplias simpatías populares ( Con todos los matices posibles ). Podemos discutir, si queremos, sobre la legitimidad del Trono Brasileño. Pero lo que es público y notorio es que fue la Monarquía el régimen que consolidó la estabilidad territorial, que, ya más que vejado el Tratado de Tordesillas en siglos anteriores, aumentó su afán expansionista. ¡ Qué lástima que éste no estuviera dirigido contra la Guayana y sí contra el Río de la Plata o el Perú ! ¡ Qué lástima que D. Pedro I jamás se decidiese por acaudillar un Imperio Católico con todas las de la ley ! Y, con todo y con eso, fue visible el odio que Bolívar sentía hacia el Brasil por eso mismo. Odio que se transformó en miedo en un momento dado, pues por su calenturienta mente pensaba que la Santa Alianza podría valerse del Imperio de Brasil para restablecer el orden en América. Como con el Haití, esto es, la parte de Santo Domingo que la Francia robó ( Como mantiene robados otros territorios en la Europa, pertenecientes a la Corona de Aragón ), siempre los odió y veto de su imaginaria América dictatorial. El Sila Indiano….
- Analizando, pues, los diversos descontentos hispanoamericanos, vemos cómo los futuros independentistas, aun escondiendo su mayoritaria filiación masónica, conociendo pues, el carácter católico e imperial, la fidelidad y la honorabilidad de sus paisanos, van a saber manipular muy bien estos sentimientos para la cristalización de sus ominosas proyecciones personalistas. Los gravísimos fallos de los gobiernos borbónicos, las inestabilidades sociales, políticas, económicas; van a sangrar del todo cuando Napoleón se decida a invadir las Españas. En realidad Napoleón se va a mostrar como rematador de la faena más que como otra cosa. Los continuos enfrentamientos entre hermanos hispanos, ya en América ya en la Península, se ven ahora salpicados de hechos poco honrosos por ambas partes. En un falso alarde, en la llamada “ Guerra de las Naranjas “, el traicionero Godoy toma Olivença. A día de hoy Olivença sigue en el Reino de España; también existe la República Portuguesa; ambos regímenes decadentes y antihispánicos. Pero yo les diría a los portugueses que ojalá el Rosellón y la Cerdaña, o Gibraltar, a pesar de todo, se encontraren en Portugal y no en la Francia o en la Gran Bretaña….Ceuta, por ejemplo, se mostró fiel ( Como tantos otros portugueses ) a Felipe IV en la Guerra del 1640. Y todavía perteneciendo al “ Reino de España “, conserva el Blasón de Avís. Muchos americanos se negaban a pertenecer a un Imperio que estuviese dominado por Napoleón, aquel expansionista que estaba practicando la barbarie en nombre de la consolidación de la Revolución Francesa ( Como no podía ser de otra manera ). Y por ello, viendo perdida la “ paternidad “ monárquica, muchos pensaban en un “ sustituto “….¿ Fue el caso del General San Martín ? Este hombre, aventurado en peripecias militares, defensor de las banderas de España en la Guerra de la Independencia, va a encabezar, sin embargo, el movimiento independentista en el Río de la Plata. De convicciones monárquicas, vista la nula presencia tras la abdicación de Carlos IV y el secuestro de la familia real española en la Baja Navarra por Napoleón Bonaparte, intentó buscar una monarquía basada en la nobleza inca y mestiza, en la sangre de los incas a priori. Ya Carlos I se había posicionado, con toda justicia, en contra de la alienación de las Indias. Pero, ¿ de verdad eso quería San Martín ? A pesar de sus iniciales proclamas ( Totalmente contrarias al republicanismo radical bolivariano ), los peruanos jamás confiaron en él. Por ello, Bolívar y él sabían que la independencia sería una gran guerra contra el Perú, como él mismo dijo. Cosa que así fue. Tenía numerosa oficialidad inglesa. No obstante, fue Fernando VII quien llegó a condecorar a Wellington….Dios mío, ¡ qué tiempos ! El caso es que, estudiando más o menos rigurosamente a San Martín, lo que triunfó en América fue el caos, el desorden, el antihispanismo imperante y bien aprovechado; cosa que era lógica que pasase.
Sea como fuere, y sobre todo en la segunda mitad del siglo XVIII, el auge del enciclopedismo en el gobierno va a ser notorio. El mismo Conde de Aranda era un notorio masón; se dice que era Gran Maestre del Oriente o algo así; al Gran Oriente también se ha dicho que pertenecía Carlos III….Aunque Benito Pérez Galdós ( En los Episodios Nacionales por ejemplo ), aquel gran escritor canario, cuyo talento reconocía Marcelino Menéndez y Pelayo, aunque anticlerical y revolucionario insoportable, decía que aquellos no eran sino malos imitadores de los ilustrados franchutes. Vamos, que aquello ni era masonería ni era nada. No obstante, lo que sí es público y notorio es que sus ideas influyeron sobremanera. Ya por ejemplo en las exacerbadas regalías, tristemente plasmadas en aquella blasfema expulsión de los jesuitas, que el jacobino Manuel Azaña repetiría en el primer tercio del siglo XX, en la nefasta II República “ Española “. Todo ello era combatido por la mentalidad de muchos hispanoamericanos, que como vemos, aun en su rebeldía, seguían fieles a los principios indianos por excelencia: La Religión y el Rey. Por ello se mantenían los ideales de justicia social. El Rey que era visto incluso como “ Protector “. En la barata sofistería de sus amaneradas proclamas, Bolívar o Miranda ( Descarado agente británico ) jugarán a dos bandas: De un lado, denunciarán, pues, las injusticias; e incluso se darán desfiles religiosos donde los propios masones participarán. Por el otro, se verá su anticlericalismo, por ejemplo, en el saqueo de la Catedral de Caracas llevado a cabo por Bolívar. Ambos van a pedir constantemente ayuda a la Pérfida Albión, también a través de las que siempre fueron sus colonias, como por ejemplo la masonería de Jamaica. Bolívar no vaciló en pedir ayuda al Haití, cosa que le fue concedida, y después, traicionó a las claras ( Como hizo entregando a Miranda ), anulando la presencia de éstos en el Congreso del Panamá, por claros motivos racistas. Los mismos motivos que demuestra Belgrano.
Y es que, en este contexto, Bolívar aprovecha otra situación: Los intereses racistas y esclavistas de los grandes terratenientes. Muchas son las llamadas de justicia por la gran acumulación de propiedades que se estaban viviendo en aquellos dieciochescos años. El mismo Bolívar descendía de los grandes hacendados esclavistas, como recordaba Karl Marx, aquel hebreo que fundara el comunismo. Como bien nos recuerda Luis Corsi: Carlos IV, quien jamás destacó por su inteligencia y/o dotes para el buen gobierno, sin embargo ( Y cosa que es totalmente ignorada por la historiografía oficial ), continuando la celebérrima Recopilación de Leyes de Indias del 1680, hace promulgar la Real Instrucción sobre Educación, Trato y Ocupación de los Esclavos, el 31 de Mayo del 1789 en Aranjuez ( Madrid; Reino de Castilla ). Esta Cédula, constituida por 14 densos capítulos, aparte del carácter degradante de la esclavitud, claro está; será envidiada por muchos esclavos de la época, incluso ojalá a día de hoy muchos sufridos trabajadores tuvieren a su favor una legislación que se pareciere en algo a este claro proteccionismo. La Monarquía de Carlos IV centró su lucha en este campo en el área donde tenía mayor capacidad para la intervención directa; el de las milicias. Jorge I. Domínguez, destacado profesor de la norteamericana Universidad de Harvard, ha demostrado recientemente que la participación de “ pieles oscuras “ en la Armada Española a finales del XVIII radicaba en el 34% en México, por ejemplo. Y eso que allá prácticamente había desaparecido la esclavitud del oriundo de África. Otros ejemplos serían un 42% en la Pequeña Venecia y otro mismo tanto para Cuba; isla en la cual el Ejército absorbía uno de cada tres negros libres, siendo mayor la proporción para la Marina. Las armas para defender los Reinos de Ultramar contaban, pues, con toda clase de sus súbditos. Cierto es que frente a sus gentes subsistían barreras. Pero éstas se vinieron abajo cuando Carlos IV, el 17 de Febrero del 1795, promulgaba su Real Orden de Gracias al Sacar. A pesar de ciertas reticencias, fue recibida de buena gana. Ahora bien; ¿ de dónde vendrían mayormente esas aludidas reticencias ? Pues muy sencillo: De los hombres opulentos de Caracas. La soberbia de estos elitistas, aliñada por su creciente poder, haría que ellos mismos amenazaran a la Corona; y en términos bien distintos de los comuneros del Socorro….No nos extrañe que sean muchos historiadores los que dediquen sus esfuerzos a reseñar el influjo de la Escolástica en la Tradición Hispanoamericana. De todo ello se aprovecharon quienes ya sabemos, y disfrazaron sus rituales en la verdadera Religión y queriendo confundir la Historia. ¡ Gran infamia !
En España se conocían de antaño los Estatutos de Limpieza de Sangre. Con ello, los Monarcas Celtíberos premiaban la constancia del Cristiano Viejo, alma mater de la sociedad hispánica. No obstante, esto iba acompañado, no por “ racismo-biologismo “, sino por el valor de la Cristiandad como persona y colectivo, que fue lo que nos unió a los españoles como Patria, mediante los Reyes que protegieron las libertades de nuestros pueblos. La Corona seguirá premiando esta fidelidad católica a sus hijos; aun con todas sus impurezas ( Impureza ni siquiera puede llamarse al atropello cometido en la época de Carlos III. Fue algo peor ). Sí es cierto que el blanco en América contó siempre con algo de preeminencia, para qué lo vamos a negar. Pero también es cierto que negros, indios y toda clase de mestizajes podían integrarse y liberarse en el seno de una sociedad profundamente monárquica y religiosa. Y que desde los gremios hasta la Iglesia y el Ejército podía obtener su defensa, laboriosidad y gratitud.
Este odio hacia las otras razas de América ya le venía desde muy pequeño a Simón Bolívar. Su profesor Simón Rodríguez mencionó las torturas inflingidas por él a los esclavitos de su edad, muchas veces a instancias de su propia madre. ¡ Menudo “ Libertador ! “....¿ Qué tienen que ver estos salvajes independentistas que alardeaban de ilustración con las revueltas de carácter social católico y monárquico ?
- El nacionalismo surgido como hijo natural de la Revolución Francesa, el culto al estado, la suplantación de la religión y de los mismos cuerpos intermedios de la sociedad por una asfixiante “ clase política “, será la compañía de esta época y que demarcará por tanto el futuro de los pobres americanos; que vieron cómo aquel inmenso territorio se desmoronaba en un puzzle interminable, para contento de ingleses y franceses, que aprovechaban para establecer su Marina y sus aduanas, y al estilo del infame Tratado de Methuen que obligaron a los portugueses ( Siglos después acorralarían con similar infamia a Oliveira Salazar, a las puertas de la Segunda Guerra Mundial, amenazando con invadir las Azores....), establecer su propio dominio comercial. Los americanos pasaban de “ depender “ de España a depender los intereses del internacionalismo de las logias masónicas, de su graciosa majestad británica, de republicanos y monárquicos franceses, de interesados jamaicanos, etcétera. Legislaciones copiadas de la Constitución Yanqui, desde Tijuana hasta Valparaíso. La misma ambición estadounidense, que nunca se decidió a apoyar del todo a los separatistas, se plasmó contra México, que perdió más de la mitad de su territorio en la época del dictador Santa Anna. Asimismo, los separatistas aprovecharon la distancia física de Roma para incentivar el descontento en el seno eclesial iberoamericano. Una Iglesia que jamás fue defendida por ellos; igualmente fue avasallada por la minoría traidora de las Cortes de Cádiz. Los traidores, con el masón Riego a la cabeza, fueron los que hacía no mucho formaron en la masonería a no pocos americanos, desde Bolívar y Miranda hasta José Martí ya en los tiempos de Cánovas y Sagasta. Volvemos a Maeztu: “ La crisis de la Hispanidad se inició en España “. Ya venía de antes de la facción puramente liberal, la verdad.
- ¿ Y qué hay de los realistas americanos ? Hasta en la misma universidad se nos pintan con tintes cuasi satánicos, como gente cruel, iletrada, alcohólica, machista, absolutista, luchadores contra la libertad y a sueldo de los ricos blancos de España….Se me antoja raro, máxime cuando Bolívar ya decía reconociendo lo suyo: “ ¿ Quiénes son los actores de esta Revolución ? ¿ No son los blancos, los ricos, los títulos de Castilla y aún los jefes militares al servicio del Rey ? “. En efecto, el poderío antirrealista radicaba en buenas sumas de dinero y en ayudas del exterior. Un apocado Fernando VII intentó valerse de Rusia y de Roma. El Vaticano se vio entonces acorralado, pidiendo la paz sobre todo y el restablecimiento del orden para la América Hispana.
Pero, volvamos a los realistas. ¿ Por qué se nos presenta tan cruda la figura del Caudillo de los Llaneros Venezolanos José Tomás Boves, de ascendencia asturiana ? Cierto es que el mismo flirteó con la nefasta causa independentista hasta que fue humillado. Cierto es que no se destacó precisamente por su magnanimidad. Pero, ¿ acaso lo hicieron San Martín o Bolívar, que cuentan con notorios monumentos en Sevilla o Madrid; mientras institucionalmente se nos propaga el odio a los realistas americanos ? ¿ Por qué ni siquiera conocemos la aún amada figura, allá en la actual República de Colombia, del indio neogranadino Agustín de Agualongo, notorio caudillo realista ? Con todo esto, no pretendemos decir que en las huestes realistas fueran todos santos ni que en el bando separatista no hubiera gente engañada o de buena fe. Lo que estamos diciendo que ya está bien de tantas manipulaciones, y que gracias a Luis Corsi, se está reivindicando con justicia la memoria de unos hombres que no apoyaban al mal gobierno, sino que dentro de lo malo, entregaron su vida por su Patria, su Rey y su Fe. Que preferían que América viviera en el seno de la Hispanidad. Que no se fiaban de los sofismas de los ricachones caraqueños. ¿ Cómo lugares tan a priori distintos como Cuba, Puerto Rico, Venezuela, Nueva Granada, Banda Oriental del Uruguay, Perú….contaron con tantísimos realistas que llevaron la lealtad hacia su ideal hasta el extremo ? ¿ Cómo es que los mismos separatistas bonaerenses o los ricachones caraqueños se quejaban de que sus propuestas no eran oídas por el populacho; o deseaban la sangría del africano por no unirse a su causa; que no era ni por asomo la causa de la América ? Ya vemos la libertad que ofreció Bolívar a los negros….¡¡¡ Amenaza de servidumbre para ellos, sus hijos y ascendientes si no prestaban sus brazos a la lucha armada contra España !!! ¡¡¡ Y encadenados se lo llevaban a la guerra a muerte, según Bolívar !!! Años después, en la Piel de Toro, los cristinos obligaban a duras levas a la población civil mientras que las carlistadas nutríanse de voluntarios.
¿ Es el realismo un protocarlismo americano ? ¿ Tiene conexión con los realistas españoles ? Podemos decir que gracias a la labor editorial de Félix Della Costa, hemos conocido caso como el de los Pincheira. Más bien pensamos lo segundo. Los realistas españoles, cuasi coetáneos, no luchaban por el mal gobierno, sino que dentro de lo había aún querían el mantenimiento del Rey y de la Religión. No entregar a la población al fracaso, sino evitar males mayores y en lo que tocaba vivir, procurar mejorar. ¿ O es que pensamos que todos los realistas americanos concordaban con las injusticias denunciadas por un pueblo al que ellos amaban ? ¡ Y que tenían sus mismas convicciones profundamente hispanistas ! Y vayamos al carlismo. ¿ Es meramente un problema dinástico ? Obvio es que la respuesta resulta ser negativa. No podemos hablar del carlismo pensando, pues, en aportaciones tan grandes como un Vázquez de Mella o un Elías de Tejada o un Calderón Bouchet, en esa evolución y engrandecimiento a través de las Españas y sus tiempos más o menos actuales. Retornando a Félix Della Costa, él mismo me recordaba la presencia de americanos realistas en las Cortes de Cádiz, que después se sumaron al carlismo español. Notoria es la presencia de los Batallones de Voluntarios Realistas; como notorios eran los Guardias de Corps y muchos héroes de la Guerra de la Independencia: El Barón de Eroles, del Principado de Cataluña; el General Zumalacárregui, del Reino Vasco de Guipúzcoa; el General Gómez, del Reino Andaluz de Jaén; el Cura Merino; del Reino de Castilla, etcétera. Un tema que en el futuro tendrá su más que merecido estudio, claro está. Por eso, analizando los precedentes del carlismo; igual reconozco que me dejo llevar por una tendencia personal, pero, ¿ de verdad es tan descabellada ? No digo que no hubiera resquicios de cierta influencia absolutista. Influencia más dialéctica que otra cosa, si estudiamos de verdad la práctica política española, reconociendo toditos sus fallos.
¿ Que en dialéctica también fallaron los carlistas; o mejor dicho, algunos carlistas ? Cierta cosa es. Vázquez de Mella o Carlos VII hablaban de “ colonias “ para referirse a las Españas Americanas. No obstante, hablándolo con correligionarios como Luis Infante de Amorim, analizamos que el carlismo, según qué épocas, y como igual pudo pasarle a Charles Maurras en la Francia, se contagió de la terminología de la época. En los años 40 se hizo un esfuerzo de depuración al respecto. Sin embargo, analicemos la política de Carlos VII para con la crisis cubana: Propone la autonomía de lo que aún quedaba de sus queridas Antillas Españolas. Tras los fracasos del centralismo de los absolutistas y los liberales coaligados en el gobierno; y tras recoger experiencias políticas tradicionales, Carlos VII propone la creación de un Virreinato autónomo para el Ultramar Hispánico. Pensó en el General Lersundi, radicado en la cubana ínsula, simpatizante tradicional y de hondas convicciones contrarrevolucionarias. Pero al final no pudo ser. ¿ Qué pasó ? Lo que todos ya sabemos. La extensión del imperialismo judeosajón. ¡ Qué gran artículo escribió al respecto nuestro correligionario vascongado D. Carlos Ibáñez Quintana, que fue publicado en “ Ahora Información “ ! Asimismo, Carlos VII animó a todos sus bravos carlistas a que se unieran en la lucha por la Cuba Hispana, aun no gustando del todo la situación. Ante esta honda política, un servidor de ustedes, bisnieto de un Teniente de las Filipinas que era amigo del General Polavieja, no puede sino quitarse el sombrero. Como decía Antonio Aparisi i Guijarro del partido carlista; aquel gran carlista del Reino de Valencia….
Por ello, ante los tan nobles ideales de Carlos VII, el entonces Abanderado de la Tradición Hispánica; “ ¿ Confederación con nuestras antiguas colonias ? “ Digámoslo bien alto: ¡ Jamás las Indias fueron colonias ! ¡ Confederación de las Españas ! Sin más. Reclamación del legado hispánico. Al fuego con falsas cumbres iberoamericanas de politicastros al servicio de la globalización capitalista. Una Confederación de verdad. Mutua ayuda. Conocimiento. Respeto. Lealtad. Cooperación. Ideales Imperiales. ¡¡¡ Santiago y cierra España !!! Como nos enseñaron a gritar con verdadero arrojo los cristeros mexicanos; ¡¡¡ Viva Cristo Rey !!!
Y aunque se nos pueda acusar de mezclar premeditadamente las cosas, y no sin razón; ¿ no son claros herederos Sarmiento o Alberdi del independentismo antihispánico ? ¿ No es su odio hacia el negro y el indígena; sus babeos ante lo puramente anglosajón; su afán dictatorial y centralista....? ¿ Quién se parece a quién….? ¡¡¡ Y qué casual, no, que las últimas guerras, aun en tiempos ya lejanos de la época, fueran contra el Perú….!!!
Y pensando en el contexto de aquellas duras guerras fratricidas, que no fueron de libertadores contra invasores, sino guerras civiles hispanoamericanas en toda regla, yo creo que triunfó lo peor de lo peor. Quiero decir, vuelvo a lo mismo: No estoy diciendo que todos los separatistas fueran demonios con cuernos. La misma e inicial revuelta novohispana no se hizo en nombre de la independencia por ejemplo. Los gritos a favor de la Virgen de Guadalupe y contra el mal gobierno. El mismo Iturbide resulta ser un personaje interesantísimo para la América. Como en el Río de la Plata Juan Manuel de Rosas ( Llamados por sus partidarios “ el Restaurador “ ). Iturbide pretendió continuar el régimen de Monarquía Católica, pero no pudo ser. Ambos podrían ser calificados como “ hombres tradicionales intuitivos “, por así decirlo. El problema es que la geopolítica varía enormemente de lo que un día fue el verdadero núcleo de las Indias de Castilla y León: ¿ Sería, pues, preconizado por los patriotas argentinos el revitalizar o recuperar los territorios del virreinato del Río de la Plata; cuando le fueron arrebatados al Perú el Paraguay o el Alto Perú; y Quito a favor de la Nueva Granada ? Eso parece….
Podríamos hablar, incluso, del cambio que se dio en Bolívar, que llegó a arrepentirse de su misma filiación masónica. Que, como Napoleón, “ conservadurizó “ sus actitudes….¡¡¡ A buenas horas, mangas verdes !!! Y a pesar de este cambio, tras todo el daño hecho, seguía mismamente dentro del sistema al que tanto amaba.
Si es que hasta la vexilología nos da detalles….¿ Qué banderas usaban los realistas americanos ? Igual en algún puerto de la Banda Oriental usóse alguna roja y gualda. Recordando esta temática con Félix Della Costa, podemos convenir que la roja y gualda en un principio tiene sentido marítimo-militar, y que no es hasta después de la “ independencia “ hispanoamericana cuando en la Vieja España se pone como “ bandera nacional “. Por tanto, los realistas americanos seguían usando el escudo real, que de los Habsburgos a los Borbones varía realmente poco; bien bajo color blanco ( Como siguen usando los leales patriotas tradicionalistas de las Dos Sicilias– www.neoborbonici.it, www.editorialeilgiglio.it ), bien bajo color carmesí. Los cuarteles de Castilla y de León, que ondearon en la mismísima Batalla de Ayacucho. Y, por supuesto, la Borgoñona Cruz de San Andrés. Los realistas en España seguían ondeando también estas banderas.
- La España, la América; no pueden sino luchar por restablecer el marco de la Cristiandad. Y en ello estuvo la Misión y la Conquista, y su hermanamiento más seguro mediante los Virreinatos.
Los nobles ideales de Santa Alianza que en su día fueron acaudillados por el Zar Alejandro I de las Rusias. Que no nos falseen más la Historia a los Hijos de la Contrarrevolución. No caigamos más en nacionalismos, en cultos a historias ideologizadas por los de siempre. Que tampoco caigamos en “ leyendas rosas “ ( Aunque ante tanta leyenda negra, comenzada por ejemplo por Las Casas, aquel pionero de la esclavitud de los negros en las Indias, y cuya palabrería fue recolectada por los calvinistas radicales de Flandes que tomaban al dinero como mandato divino....Igual no viene mal algo de leyendilla rosa digo….). Que la Verdad nos haga libres. Que seamos conscientes de los lazos de la raza y de la Historia. De la Fe que un día, al calor universal de la gens romana, logró aquellas grandes misiones y conquistas. En ese sentido, los falangistas y los nacionalsindicalistas mantuvieron una muy buena dialéctica, las cosas como son. Ellos se acercaron mucho a los hispanoamericanos. Ya antes se habían acercado los carlistas. ¡ Qué tiempos los de Francisco de Paula Oller en la Argentina….!
Si se nos acusa de “ anacronismo premeditado “, podremos objetar que este opúsculo tiene el propósito ya escrito en su título: LOS COMUNEROS DE LA NUEVA GRANADA Y SUS SUPUESTAS REPERCUSIONES EN EL RESTO DE HISPANOAMÉRICA. Que sobre ello, mejor o peor, se ha tratado. Y que, recordando a Arlindo Veiga Dos Santos, aquel genial poeta negro, adalid de la causa de la Hispanidad Brasileña, veía a la Tradición como “ el pasado en marcha “.
¿ De verdad son Bolívar, Miranda, O´Higgins, Sucre, Da Fonseca, Moreno, Roscio, Nariño, Espejo, etc.; los espejos en que han de mirarse los hispanoamericanos ? ¿ Por qué, por la contra, no pensamos por qué iban dirigidas las rectificaciones del mismísimo General Santander ? América se hizo por el Altar y por el Trono. La misma bendita causa que logró rescatar la esencia hispánica tras vencer al yugo islámico y a la intriga judía. La misma que, recordando a los Reyes Visigodos a partir sobre todo de Recaredo I, logró hacer esta expansión como un logro más de la mentalidad de Roma. El filósofo Julián Marías dejó dicho que España en América realizó un “ injerto “, una gran adaptación, con una base, pero también improvisando y con raciocinio en el terreno nuevo. ¡ Qué lástima que D. Julián fuera adscrito al liberalismo orteguiano y mostrase tanto apego al imperialismo yanqui ! Talento no le faltaba. Hispanoamérica debe ser ella misma. Mirando cómo se formó y desarrolló en su marco más tradicional posible. Pensando que si bien chibchas, mayas, aztecas, tlaxcaltecas, mochicas, incas, tupinambas, waicas, chichimecas, araucanos, mapuches, patagones, etcétera; son parte irrefutable de su pasado y su porvenir, también lo es el hombre que vino de la Hispania, como el que pudo venir del África Negra. América es una especie de “ encuentro del mundo “. América es universal. Y cuando nos referimos a esta universalidad, no lo hacemos en alarde de cosmopolitismo, como sí lo hacían algunos geniales poetas modernistas, tales como pudieron ser el nicaragüense Rubén Darío o el mexicano Amado Nervo. América es de la Vniversitas Christiana. No suscribió jamás los falsos y reformulados ( Supuestamente en torno a las peores épocas de Grecia y Roma ) conceptos de ciudadanía que dictó la Revolución Liberal. América es hija del espíritu quebrantador del Renacimiento ( Así definió el germánico Oswald Spengler a las Españas ). América es hija de monjes y soldados; de Vasco Núñez de Balboa, Hernán Cortés, Francisco Pizarro, Alonso de Ojeda, Juan de Garay, Ponce de León, Valdivia o Almagro; pero también del Arzobispo Montúfar, Simao de Masseta, Justo Mancilla, Antonio Sepp, Sor Juana Inés de la Cruz, Santo Toribio de Mongrovejo, San Martín de Porres….De Santiago Matamoros y de las Marianas Advocaciones de Zapopán, Copacabana o Guadalupe. América es la Cruz de Borgoña bajo color morado que ondeó en la Nueva España. Y el Blasón de Lima y Trujillo. Y la Catedral de Santo Domingo. Y las Misiones de California. América es la Cultura del Barroco, la de gremios y cofradías. La del glorioso municipio que tan bien sellaron Calderón de la Barca y Lope de Vega en El Alcalde de Zalamea y Fuenteovejuna respectivamente. América es el llanero, el gaucho, el facendeiro, el chalán, el charro; América es el marinero que trajo el culto de la Señora del Buen Aire desde Génova a los Reinos de Andalucía. América se cubre con el manto de la Virgen de Fátima y reza a la Vera Cruz. América nutrióse de los romeros santuarios de los pueblos blanquecinos del Sur Celtibérico. ¡¡¡ Qué lindos espejos siguen siendo para las gentes indianas !!!
Por el Descubrimiento de América llegóse al “ Redescubrimiento “ de España. Como rezaba la revista Maritornes de Ediciones Nueva Hispanidad: “ España, niña perdida y hallada en el Templo de América “. A partir de los Reinos de Sevilla y Canarias, amén de Lisboa, los Algarves, Cabo Verde, Azores, Madera o Angola; surgieron esas empresas. Y terminaron en el momento en que la Monarquía Española dejó de cumplir su misión debido a tantísimos achaques, no por edad, sino como decimos, por incumplimiento; y porque como consecuencia lógica y desgraciada de esto sobrevino la confirmación revolucionaria de los impíos liberales radicales, que en los años venideros destrozarían la libertad y el porvenir de un ilusionante continente. ¿ Acaso no fueron consecuencias lógicas de todo esto Páez en Venezuela, Castilla en el Perú, Melgarejo en Bolivia, el Doctor Francia en el Paraguay o Santa Anna y Juárez en México ? ¿ No recorrieron similar senda en el recorrer temporal ? ¿ No es la línea dictatorial, aun fragmentada, que tanto preconizó Bolívar con su guerra a muerte ? ¿ No son posteriores actitudes pseudoconservadoras más de lo mismo ? ¿ Qué son los intereses nacionalistas y antihispanos de Vicuña Mackenna y Lastarria, sino la continuación del falso panamericanismo acaudillado por los Estados Unidos de la “ Doctrina Monroe “ ?
Cierto es que la Historia no admite vagas reformulaciones. Pero, como decía Ramiro de Maeztu, “ hacer Hispanidad es hacer Humanidad “. Los que creemos que la Hispanidad es posible, porque es que de hecho lo fue, y no queremos volver al pasado, sino seguir el curso de la Historia en libertad y por una esencia tangible; no admitimos ( Por raciocinio justo ) las tendenciosidades que pretenden asociar lo que no es. Los Comuneros de la Nueva Granada no fueron independentistas bolivarianos. Ni América puede mirarse en el espejo de una historia ideologizada al servicio del culto al nacionalismo. Y España otro tanto de lo mismo. Basta ya de querer seguir esquemas erróneos, marcos que nos han impuesto los malos gobiernos y los falsos historiadores. Basta ya de propagandas mentirosas.
Las Indias hallaron un peligro en su seno durante el fracasado “ panlatinismo “. Acaudillado por Michel Chevalier, ministro de “ Napoleón III “, abogaba en un pseudoracismo típico del XIX porque la Francia fuera, como superioridad que le correspondía, la que llevara la voz cantante en la amistad de los pueblos latinos. Como ya existían nefastos productos nacionalistas como el paneslavismo ( Quitando todo el sentido de Dignidad Imperial Bizantina a la Tradición Rusa, por ejemplo ) o el pangermanismo ( Adaptando el infumable concepto “ ario “ e intentando unir lo que la injusticia protestante desunió, esta vez por medio de la “ fuerza “ y la “ raza “; sin contar para nada con la espiritualidad y con la exaltación estatalista radicalizada más aún si cabe ), Napoleón III vio en México un apéndice más de su grotesco imperialismo. Justificaba, pues, el que Francia “ recuperara México para la Latinidad “….¿ Y qué es lo latino ? El latín era la lengua que nació en el Lacio. En las Américas jamás se habló salvo en la Liturgia Católica Tradicional. Hasta los bizantinos se autodenominaban “ romaioi “; como Rumanía debe su nombre también a Roma. En todo caso estaríamos hablando de Roma, de romanos; términos que condensan, pues, esta civilización y espiritualidad que amamos, que un día cristalizó en la Cristiandad. Intentando colocar “ democráticamente “ a Maximiliano en un trono imperial, aquello fue una invasión brutal y un fracaso sonado. Luego Juárez acabó rematando la faena, saliendo perdido el pueblo mexicano; ¡ cómo no ! Pero la propaganda será que los españoles robaron la plata….No obstante, advertimos que la Francia Imperialista, a base de su amanerada y grotesca nomenclatura, quiso apropiarse de lo que los hispanos habían trabajado. ¡ Basta de nacionalismos ! Hay que llamar a las cosas como son. ¿ Qué “ Latinoamérica “; qué “ raza latina ? De ambas cosas a día de hoy hablan los latin kings o los ñetas y no me extrañan. Al fin y al cabo ellos copian ciertas maneras del black nationalism “ made in USA “. Si a veces nos reservamos el “ ibero “ es porque consideramos que es un término más impreciso. Cierto es que los griegos llamaron “ Iberia “ a nuestra vieja nación; pero cierto es que nuestra civilización se asentó en Roma, y ésta habló de Hispania. Hipótesis hay varias. ¿ De los fenicios “ Is-fania “ ? A mí me gusta más por Hispán, sobrino de Hércules. Incluso entrando en vagas reformulaciones de lenguaje arqueológico podríamos hablar de Celtíberos como la sangre vieja de nuestra tierra. ( Los Celtici llegan hasta el Sur de España; lo dicen cartagineses y romanos ) No es tampoco malo del todo. No obstante, lo HISPANO es lo que realmente ha condensado nuestra sangre y nuestros usos. Bajo ese nombre ya fuimos Monarquía, por el mismo Altar. No es sólo porque progresistas y masones utilizaran el “ iberismo “, con honrosas excepciones que no estaban adscritas a tales sectas ( En el siglo XIX ); es algo más. Somos de la Hispania de Roma, que en lengua romance ha evolucionado a “ España “, “ Espanya “, “ Espanha “....Como el “ hispano “ evolucionó, a partir del occitano y del catalán, a “ hispani-ol “.
La América se ha debatido durante muchos años en corrientes que le perjudicaban. Desde la misma “ Doctrina Monroe “, hasta las dictaduras más o menos liberales, la llegada del comunismo….Todos los males han sido recogidos en un mito puramente occidental como es el “ indigenismo “, brazo armado del “ buen salvaje “ del nefasto Rousseau. Una prolongación más de la Revolución Francesa. El indigenismo, como el comunismo de Fidel Castro en Cuba, se siente heredero desde Bolívar hasta Martí; del liberalismo más puro. No es nada incompatible, por cierto.
¿ Hacia dónde cabalga América ? A mí me gustaría que fuere por la Tradición. Sé que puede parecer una quimera, pero recordemos que en esta vida, salvo la muerte, todo tiene remedio. Y que la muerte, como reza el Devocionario del Requeté, bienvenida sea cuando vaya camino del Cielo. ¡ Ay, D. Manuel Fal-Conde, qué insigne carlista del Reino de Sevilla ! Y aquí, tendemos la mano a todos los patriotas tradicionales de Argentina, Uruguay, Brasil, Colombia, México, Perú, etc.; que desean tanto como nosotros ese resurgir hispanista en América. Con iniciativas tan loables como la Editorial Nueva Hispanidad, hay mucho camino por andar, pero hay una base irrefutable.
¿ Será la América, o si se me permite decirlo, nuestra América; la Hija Predilecta de la Iglesia Católica, Apostólica y Romana ? Cuando uno aprecia el genio condensando en la fe de hombres como el Cardenal Castrillón, aquél de profundas convicciones tradicionales, hijo de la Nueva Granada, así lo piensa y hasta desea….
“ Lo que no es Tradición, es plagio “ – Álvaro D´Ors
“ Lo que no es Tradición, seguramente ha de ser Traición “ – Arlindo Veiga Dos Santos
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BIBLIOGRAFÍA
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- Apuntes y textos proporcionados por Doña María de los Ángeles Eugenio Martínez, la cual imparte las asignaturas “ Historia de la Independencia Iberoamericana “ e “ Historia de Iberoamérica Contemporánea-I “, en el Rectorado de la Universidad de Sevilla. www.us.es
- ¡ Viva el Rei ! Los Negros en la Independencia y Bolívar, la fuerza del desarraigo, de Luis Corsi Otálora. Publicaciones de la Academia de Estudios Hispánicos “ Rafael Gambra “. Ediciones Nueva Hispanidad – www.nuevahispanidad.com
- Las Guerras Carlistas en sus documentos, de Alfonso Bullón de Mendoza ( Editor ). Ariel Practicum.
- La Primera Guerra Civil de España. 1821-1823. Historia y meditación de una lucha olvidada, de Rafael Gambra Ciudad. Con el patrocinio de la Fundación Elías de Tejada. Ediciones Nueva Hispanidad – www.nuevahispanidad.com
- Hernandarias: El Imperio y un Caudillo y Francisco Javier de Elío: Honor y Fidelidad, de Luis Alfredo Andrègnétte Capurro. Publicaciones de la Academia de Estudios Hispánicos “ Rafael Gambra “. Ediciones Nueva Hispanidad – www.nuevahispanidad.com
- Anales de la Fundación Francisco Elías de Tejada, Año VII/2001.
- La Masonería y la Emancipación del Río de la Plata ( Incluye: La Masonería como Instrumento en la lucha de influencias durante el periodo de independencia y organización de los países hispanoamericanos ). Ediciones Nueva Hispanidad – www.nuevahispanidad.com
- La Revolución de Mayo y la Iglesia ( Contribución Histórica al Estudio del Patronato Nacional ) e Historia de la Leyenda Negra Hispanoamericana de Rómulo D. Carbia. Ediciones Nueva Hispanidad – www.nuevahispanidad.com
- Extractos de la Revista de Actualidad y Tradición “ Ahora Información “ – www.ctcarlista.org
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- Apuntes y textos de la asignatura “ Historia de la Colonización Portuguesa “, impartida por Dª María Justina Sarabia Viejo. Rectorado de la Universidad de Sevilla.
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- Devocionario y Ordenanza del Requeté – Comunión Tradicionalista Carlista ( www.ctcarlista.org )
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