miércoles, 14 de marzo de 2007

Rosas y espinas

Hoy se cumplen 130 años del fallecimiento de don Juan Manuel de Rosas; argentino cabal, soldado resuelto y aguerrido, gobernante excepcional, católico ejemplar, americano único e irrepetible.
No pase el día sin honrarlo como él se mereció siempre, y se le negó casi con crueldad; y seguramente con odio antiargentino.
La injusticia que a su nombre se hace aún hoy en día, por mano de truchimanes de ese mercadeo libresco que llaman sacrílegamente “Historia”, es una espina clavada en el corazón argentino, por que representa la continuación de la misma lucha que él libró contra la mano enemiga que fustigara el decoro nacional y que aún no ha sido detenida; más aún, se agiganta a cada paso, justificando al Restaurador con mucha más elocuencia que una legión de buenos escritores (si los hubiera).
Dios le conceda el descanso eterno.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Y dejo rodar la bola que algún día se ha'e parar;

tiene el gaucho que aguantar

hasta que lo trague el hoyo

o hasta que venga algún criollo

en esta tierra a mandar.