domingo, 11 de febrero de 2007

El fracaso del referéndum portugués y la trampa zurda

La consulta popular sobre la legalización del crimen del aborto, en Portugal, arrojó hoy, domingo y día de la Virgen de Lourdes, un resultado nuevamente negativo a las pretensiones de la izquierda homicida, no obstante que la mayoría de los votantes se pronunció por el sí. Sin embargo, esta sencilla derrota, que consistió en el ausentismo electoral anulatorio, será convertida en una victoria por la mala fe del Gobierno al convocar a la consulta.
Esta recurrente práctica de intentar introducir este homicidio por medios “democráticos”, había fracasado por estrecho margen ya en 1998, cuando poco más de la mitad de los votantes decidieron que no se debía abrir paso al aborto generalizado. Portugal ya tiene una regla jurídica que despenaliza el aborto cuando fuera realizado por motivos terapéuticos o “sentimentales”, eufemismo acuñado por la doctrina penal moderna, pero muy poco apropiado para encubrir adecuadamente la figura y circunstancias que se excluyen de la punición por esta excusa penal.
Esta nueva consulta, a 9 años de la anterior, había sido resuelta por el gobierno socialista y fue calificada como una burla al resultado de 1998 —cuya eficacia debería haber bastado, al menos, para toda esta generación— por los sectores políticos más serios del país lusitano, que la consideraron una extorsión y una postura antidemocrática, al intentar forzarse una revisión de aquel plebiscito a menos de 10 años de la anterior derrota electoral. De todas formas, era previsible la escasa concurrencia al acto comicial, pues la ausencia al comicio era la forma más segura de hacer triunfar el NO, como admitieron las propias autoridades antes de jornada. Por una disposición constitucional, para que un referéndum pueda alcanzar alguna eficacia legislativa, es preciso que concurran al acto comicial, al menos, la mitad de los electores habilitados.
Las previsiones abortistas anteriores al plebiscito, y los sondeos y análisis realizados a las primeras horas de la tarde y ya transcurridas varias horas de la apertura del comicio, se vieron ingratamente sorprendidos por la escasísima asistencia de electores que, ya a las 4 de la tarde, no llegaba aún al 32% del padrón nacional, lo que ponía la abstencíon muy por arriba del 65%. En 1998, la abstención del 68% determinó el fracaso del proyecto de ley substancialmente idéntico al de ahora, que al no lograr su pase parlamentario por ser derrotado en una consulta popular, debió ser abandonado, pero dejó al desnudo la maraña de intereses económicos y de otro tipo que se mueven detrás de esta industria clandestina. El resultado final, dejó en claro que casi el 60% de los portugueses no concurrieron a votar, lo que sumado al largo 18% de votantes por el NO, deja casi sin aliento la postura abortista, según las leyes portuguesas.
Pero la mala fe de los medios periodísticos ha corrido pareja con la del Presidente Sócrates (así se llama el presidente de Gobierno Portugués; por favor, a no hacer complicados vinculaciones y paralelismos históricos de improbable realización), y ha quedado de manifiesto en el ocultamiento de este nuevo fracaso electoral de la pretensiosa izquierda homicida, pues a varias horas de cerrado el acto electoral, que duró hasta las 19 hora portuguesa, y no obstante disponerse de información instantánea “a boca de urna”, a las 21,30 hora de Lisboa, no habían emitido ninguna comunicación al respecto. Mas el dicho Sócrates, previendo ayer su derrota, ha afirmado con toda mala fe que desconocería el valor constitucional de la consulta popular, y que la escasa concurrencia no representaría un obstáculo para él —que contradictoriamente había convocado a esta extemporánea consulta— por que de todas maneras sacaría la ley adelante con su mayoría parlamentaria propia y sus aliados comunistas.
En síntesis, que la consulta popular ha sido una verdadera estafa política. Otra más, deberíamos decir.
Que nos sirva de lección a todos los que debemos, razonablemente, esperar estas astucias del movimiento homicida universal, y nos aliente y edifique convenientemente en la lucha nuestra de cada día. La Democracia no obra con lealtad ni con el menor apego a los principios que dice sustentar y en los cuales se apoyaría para gobernar; especialmente estos socialistas de pacífica apariencia, que se burlan de los mecanismos que ellos mismos propusieran emplear para resolver hipotéticas controversias sociales pero que, ahora lo sabemos, estaban absolutamente dispuestos a desconocer si, como ha sido el caso, le resultaban adversos.

Bendito sea Dios, y su Madre Santísima de Lourdes que, hoy, dejaron a la vista tantos males. Que lo vean los hombres de buena voluntad.
A los otros, que los agarre la paloma ...

3 comentarios:

Muret dijo...

Me parece que la Providencia se ha dejado oír con el terremoto del lunes.
Saludos

Soldado Romano dijo...

Es triste ver a la sociedad tan mal.

con tanto error, el modernismo y el Comunismo tienen a la sociedad al punto del colapso.

Ludovico ben Cidehamete dijo...

Gracias por sus acertados comentarios; algo diré, con Dios y algo de ayuda, sobre la profunda idea de Muret.
Muy elegante su página "blog", Soldado Romano.
L. b-C.