¡Triste de mí que he cruzado
de la vida los senderos
por largo tiempo sin veros,
ojos del Crucificado!
Mas, de vuestra luz privado,
me fue contraria la suerte...
¡Ojos muertos del Dios fuerte,
olvidad viejos agravios
y haced que os besen mis labios
en la hora de mi muerte!
El blog de un animal dedicado a los demás, de todo corazón. Aquí no hay malicia, ni pornografía, ni chabacanería ni partidismo político; solamente los magros pensamientos de un animal que va mirando el mundo, mientras marcha hacia Dios. Si hace alguna pregunta, deme tiempo para contestarle: soy de tranco lento.
jueves, 5 de abril de 2007
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