No nos hemos olvidado de Tí, Madre y Señora Nuestra. El rigor de humana natura nos persigue y nos quasi amordaza y al Padre San Benito rogamos por auxilio —como patentemente dejamos asentado en nuestro margen con la exposición de su infalible exorcismo.
Así que, un día déstos, con el inapreciable auxilio del Compadre, daremosTe las honras del caso.
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