viernes, 14 de septiembre de 2007

Exaltación de la Cruz

Un 14 de septiembre, alrededor del año 320, la madre del Emperado Constantino hizo demoler un templo pagano en el lugar del monte Calvario, y encontró la Santa Cruz de Nuestro Señor Jesucristo; la cual, obró desde allí en adelante, grandes milagros que comprobaron multisecularmente su autenticidad.

La invención de la
Santa Cruz

La fiesta, que de eso se trata litúrgicamente, es de gran importancia en toda la Cristiandad, o por todo lo que de ella resta. Al punto tal que S. S. Benedicto XVI, ha elegido la fecha de hoy, con toda justicia, como punto de arranque para restablecer en todo su esplendor la Liturgia Tradicional, inicua e ilegítimamente dejada de lado por sectarismos inconfesables, nuevaolerismos inconducentes y otras causas menos publicables, por serlo asimismo de mayor vergüenza.

Día tan singular en que la Iglesia, de la mano providente y milagrosamente guiada de su Pastor Supremo, se dispone a cerrar una brecha sulfurosa y traicionera en sus muros, una herida abierta por más de tres décadas en el seno del Cuerpo Místico, que amenazaba desperdiciar para siempre el venero santo de uno de los tesoros más gloriosos de la Tradición divina, y que había hecho recrudecer, sin duda, los dolores de la Pasión de Nuestro Señor en la Santa Cruz.

Casi a las Víspera, ha reiterado desde Austria Su Santidad, una verdad por tanto tiempo obscurecida: que la Liturgia mira a Dios, y sólo a Dios se debe, porque solo de Él viene. Y ha querido demostrarlo con hechos y ejemplos apropiados: Nuestra Señora, Cuya carne es la del Salvador, jamás ha quitado Sus ojos de Él, puesto que ahora se halla, al igual que lo estuviera al pie de la Santa Cruz, eternamente vuelta hacia el Señor.

Laus Deo



2 comentarios:

Cántabro dijo...

Bien dicho, viejo amigo:
El Papa dijo en Austria (¡yo estuve allí!): “En todo tipo de tarea para la liturgia el criterio determinante debe ser siempre la mirada hacia Dios. Estamos frente a Dios: Él nos habla y nosotros le hablamos a Él. Donde las reflexiones sobre la liturgia se nos pregunta solamente cómo hacerla atractiva, interesante y bella, la partida ya está perdida. O sea es opus Dei, obra de Dios, con Dios como específico sujeto, o no es. En este contexto os pido: realizad la sagrada liturgia a teniendo la mirada en Dios en la comunión de los santos, de la Iglesia viviente de todos los lugares y de todos los tiempos, con el fin de que se hagan expresión de la belleza y de la sublimidad del Dios amigo de los hombres”. Y a los monjes de Heiligenkreutz: “Una liturgia que se olvida de mirar a Dios está, como tal, en su ocaso”. Las traducciones son de Sandro Magister.
Supongo que mis compañeritos uruguayos de seminario "nuevaoleros" y "latinoamericanos" oirían con repugnancia estas palabras celestiales, y continuarían con sus interminables y aburridas discusiones sobre el modo de ser más demagógicos, y no más santos, ni más sacerdotes.
Me parece, viejo Ludovico, que no le molestará que use su blog para exponerle mis ideas. O si no, voy a tener que hacer el mío ...
¡Feliz día del Señor ...!
C.

Ludovico ben Cidehamete dijo...

Sea siempre bienvenido.
L. b-C.